Matías Gatica Lindsay

Nuevos antecedentes se entregaron ayer sobre el hallazgo de restos humanos en la cuesta Barriga, en Padre Hurtado. El ministro de Seguridad, Luis Cordero, señaló que dichas osamentas no estarían ligadas al crimen organizado, sino a cuerpos usados en investigaciones científicas.

El miércoles, mientras funcionarios de la PDI realizaban diligencias en la cuesta Barriga por el hallazgo del cuerpo de un hombre que fue secuestrado y asesinado, los policías encontraron restos humanos entre los kilómetros 13 y 15 de esa ruta.

Ayer el fiscal Héctor Barros dijo que eran "varios cuerpos" -seis, según Mega-, y apuntó que estaba en "un lugar tradicional que el Tren de Aragua ha utilizado desde hace tiempo para deshacerse de algunos cuerpos".

Más tarde, el ministro Cordero descartó que estos restos se vincularan al ocultamiento de cuerpo por parte de bandas criminales. "La información que tiene el ministerio es que son restos que provienen de material probablemente de estudio. El origen de cómo llegaron a ese lugar forma parte de la investigación", dijo.

De ser tal, agregó que podría tratarse de delitos e infracciones penales o al Código Sanitario. "Las instituciones que pueden administrar este material de estudio son de casas de estudio, pero también son instituciones públicas", complementó.

El fiscal Barros confirmó en la tarde que el hallazgo no se relaciona al crimen organizado y sí a "cuerpos que se utilizaron en algunos estudios", pero añadió que "lo que más nos preocupa es que no tenemos denuncias de personas desaparecidas y tampoco hay ninguna denuncia de que se hayan robado un cuerpo que haya estado en estudio. Y lo más extraño aún es que los hayan ido a tirar a un sector donde hemos tenido que recoger varios cuerpos producto de secuestros con homicidios, vinculados al Tren de Aragua".

En esa línea, ayer la PDI detuvo de un hombre de 32 años como sospechoso de participar del asesinato de un joven de 22 años, cuyo cuerpo fue hallado el viernes en la cuesta. Según antecedentes de la investigación, el 31 de marzo la víctima habría asaltado al detenido, quien luego de robo llamó a unos amigos y juntos agredieron al ladrón, lo subieron a un vehículo, siguieron golpeándolo y llevaron el cuerpo a esos cerros.

El sujeto iba a se formalizado por secuestro con homicidio, sin embargo, se amplió su detención hasta hoy.

El ministro de Seguridad, Luis Cordero, confirmó ayer que se emitió una alerta internacional por la eventual fuga de un sospechoso por el asesinato de Ana María Pizarro, mujer de 56 años que el domingo fue hallada descuartizada en La Serena a 17 días de su desaparición.

El martes la PDI admitió que investigaba por el caso a un hombre de entre 35 y 40 años, quien habría mantenido una relación sentimental con la víctima, a quien se le perdió el rastro el 3 de abril.

"Contamos con un grupo exclusivo dedicado a la detención de los responsables del hecho", dijo en dicha jornad el prefecto de la PDI Ernesto León.

Dos días después, y al no dar aún con su paradero, el Gobierno confirmó que la búsqueda se amplió a otros países. El ministro Cordero señaló que el delito habría sido cometido por "la expareja de dicha persona (víctima). Es de nacionalidad extranjera y fue levantada una alerta internacional por su eventual abandono del país", lo que dijo que era "para controlar la situación de fuga".

La Fiscalía y la PDI no descartan que más personas estén involucradas en este crimen, que llevó a la familia de la víctima a realizar manifestaciones.

En la madrugada de ayer, tres sujetos en un vehículo intimidaron a un conductor para quitarle su notebook en San Miguel. Tras perpetrar el robo, fueron vistos por personal de Carabineros y se inició una persecución. En la carrera dos patrullas chocaron a la altura del paso nivel de Departamental con Gran Avenida debido a que una camioneta cruzó ambas pistas. El hecho dejó a cuatro carabineros con heridas leves. En tanto, los delincuentes chocaron su auto en Departamental con Cuarta Tranversal, donde fueron detenidos. A los sujetos, todos venezolanos, de 27 años y con situación migratoria irregular, les incautaron una pistola Glock con sus series borradas, dos cargadores y 32 cartuchos. Uno de ellos le habría pedido el auto a su polola para ir a una fiesta.