Ingeniero consiguió un detergente en formato lámina sin usar agua
Al dimensionar el grave impacto que implicaba producir un detergente líquido, compuesto por un 90% de agua y solo un 10% de compuestos químicos, Daniel Fuentes dio con un producto que garantiza un nulo uso hídrico, al que llamó Econeo.
Ignacio Arriagada M.
La felicidad de Daniel Fuentes por haber comprado un furgón usado con el dinero que había ahorrado vendiendo seguros fue percibida por su familia y vecinos del paradero 20 de avenida Vicuña Mackena, en La Florida. El empeño que puso este joven de 20 años para adquirirlo fue recompensado por su padre, quien en una cena lo miró a los ojos y le hizo una humilde propuesta que, tres décadas más tarde, lo encaminó al éxito.
"En 1995 a mi papá se le presentó la oportunidad de abrir una empresa de servicios de aseo, a la que llamó Tacora. Yo estaba chico, tenía como 20 años, y ni siquiera pensaba en estudiar. Lo que sí tenía era este vehículo, el que después usé para repartir repuestos de las compañías de seguro. Una noche, mientras comíamos en casa, mi papá me dice: 'por qué no trabajas conmigo?'. Él necesitaba un furgón para transportar las alfombras, insumos y otras cosas. Acepté y, al poco tiempo, empecé a hacer otras tareas, como lavar, supervisar los trabajos y administrar", rememora Fuentes, de ahora 50 años.
En el ajetreo de sus funciones en Tacora, Daniel constató que el producto que más se empleaba era el detergente. El espíritu emprendedor y la mentalidad innovadora que forjó estudiando ingeniería comercial durante esos años lo motivaron a crear un negocio. Así, en sus tiempos libre se dedicó a investigar sobre cuál era la fórmula del cotizado insumo de aseo y quiénes eran los principales productores y vendedores de aquellos componentes químicos en el país.
"Llamé a una empresa chilena, que en ese entonces, como en el 2000, era la más grande productora de materias primas para elaborar detergentes. Me contestó el mismísimo gerente general y le expliqué mi idea y mis ganas de hacer este producto. El tipo se interesó y le pedí que nos juntáramos en mi oficina, que estaba en la casa de mis papás. Al llegar, el gerente me dice: 'Daniel, al parecer te equivocaste en darme la dirección, porque estoy afuera de una casa'. Yo le dije que estaba bien, que ahí estaba mi oficina. Al escuchar eso, el tipo me insinuó que esto no era para nada serio. Igual lo hice pasar a la casa y conversamos mucho. Finalmente, al tipo le caí excelente y le gustó mi propuesta. Hicimos el trato y obtuve los insumos", detalla el profesional.
Comienzo y transición
Apenas llegó la materia prima, el ingeniero comercial hizo dos cosas: formalizó su negocio y habilitó en el patio del hogar de sus padres una zona de producción y otra de envasado. Con la fórmula y los insumos químicos produjo mil litros de detergente, al que llamó NeoChile.
Sin una red de contactos dentro de la industria para ofrecer su producto, se plantó afuera de una fábrica productora a probar suerte. Luego de tres horas, el gerente de esa empresa lo atendió, oyó su propuesta y, sin esperarlo, compró todo y encargó más volúmenes. Luego, el puerta a puerta y las pruebas de calidad hicieron que los clientes industriales aumentaran. Del 2000 al 2012 solo fue bonanza para la pyme de Daniel, quien debió arrendar galpones e inmuebles para cumplir con todo.
A pesar del buen momento, había algo que apremiaba al emprendedor: en los detergentes líquidos, un 90% correspondía a agua y solo un 10% a materia activa. A lo anterior se sumaba el uso indiscriminado de plástico para el envasado. Un derroche de agua colosal y un impacto ambiental de proporción. Este escenario debía cambiar y él se iba a encargar de buscar la fórmula. Un viaje, sin esperarlo, lo acercó al objetivo.
"En 2014 me fui de vacaciones con mi familia a Estados Unidos. Un día entré a un supermercado y en una góndola vi que había un detergente en lámina sin costo hídrico. No lo podía creer. Compré un ejemplar y partí al hotel. Al leer el producto me fijé que era elaborado en China. Altiro me convencí de que debía ir", comenta el ingeniero comercial.
Al llegar a Chile, Daniel le solicitó asesoría a la Cámara de Comercio de Santiago para planificar el viaje. Con dos maletas en mano llegó al país asiático y fue trasladado a una zona donde yacían todas las fábricas de insumos de aseo. Tras visitar 40 de ellas logró reunirse con un gerente.
"Les pedí una fórmula sin costo hídrico, que no tuviera metales pesados y que el envase fuera biodegradable, de cartón. El tipo me miró sorprendido y, a través de un traductor, me dijo que el modelo de negocio no era rentable, porque el plástico es mucho más barato. Les dije que no importaba eso. El costo de todo era de unos 25.000 dólares", precisa Fuentes.
Juntar semejante dineral era un reto para el ingeniero comercial. El auge de su empresa le permitió disponer de dicha suma el 2020. Sin embargo, cuando el viaje a China era inminente para cerrar el trato, la crisis sanitaria desatada por el covid-19 lo frustró.
"La pandemia se estabilizó y pude viajar a China a finales de 2022. Negocié el precio y cerré el negocio. Finalmente, en octubre de 2023 llegaron al Puerto San Antonio cuatro contenedores con los detergentes", dice el ingeniero.
Al poco tiempo, la alegría de Fuentes se transformó en incertidumbre. La exitosa estrategia comercial de Econeo no podía aplicarse en la nueva línea de detergentes, puesto que estaba dirigida para el uso doméstico, no industrial como sus predecesoras. Con cierto escepticismo, en enero de 2024 probó ofreciéndolos en el sitio web de la pyme y en los Marketplace más populares del país.
Econeo partió el 2024 atendiendo la solicitud de un solo cliente. Al cierre del año ya acumulaba más de 10.000, distribuidos en todo Chile. De 10 cajas requeridas en enero pasó a 800 mensuales en diciembre. Estos pedidos le han permitido ahorrar más de 756.000 litros de agua y 732.000 envases de plástico.
"La sostenibilidad es el futuro. Creo en un porvenir más limpio y sostenible para todos, en una vida más ecológica y eficiente, del cual quiero ser parte y contribuir a este importante cambio, tanto a nivel nacional como mundial", confesó el emprendedor.