Trinidad Larraín Muñoz

A sus 19 años, Willy Chatiliez ya es considerado una de las grandes promesas del fútbol chileno que juegan en el extranjero. El delantero, quien actualmente milita en el Huesca de España, se alista para disputar hoy un amistoso ante Argentina (18:30 horas, en Juan Pinto Durán), seguido de otro partido el viernes (21:00 horas, en La Calera con público), también contra la albiceleste.

Chatiliez, que jugó de niño en la Universidad de Chile y a los nueve años emigró junto a sus padres a Europa, debutó el año pasado en la Sub 20 que dirige Nicolás Córdova, marcando nada menos que un doblete. Y no mucho antes, en noviembre, había jugado sus primeros minutos en la Segunda División de España por el SD Huesca, club al que llegó en septiembre pasado.

"La verdad que ha ido todo muy rápido", reconoce a este medio el jugador. "Imagínate hace dos meses yo estaba en el Huesca, en ningún momento pensé que todo se iría a dar tan rápido. Entonces, muy agradecido, siempre hay que seguir queriendo más, yendo para más. Después de (los amistosos con) Catar, viendo lo que se venía dije 'ojalá poder estar en la Selección', y ahora estar aquí en Chile es una suerte y tengo muchas ganas de aprovechar estos dos amistosos".

El año pasado debutaste con la Sub 20 contra Catar. ¿Qué aprendiste de estos partidos?

Yo salí con muy buenas sensaciones y noté una cierta diferencia entre el fútbol español y el chileno. Creo que el chileno lo que me aporta es esa garra que tienen los jugadores de querer presionar, sobre todo cuando hay que presión tras pérdida (de balón), "vamos todos a una", y eso es algo muy bueno. También algunos automatismos, como por ejemplo: lo que se dice el tercer hombre, jugar de cara y a girar al otro lado, son cosas que Chile lo tiene muy bien.

Al jugar en el extranjero se espera que tú y Damián Pizarro, otro extranjero (en Udinese) que también está convocado, puedan marcar más diferencias. ¿Lo ves como una presión?

Primero, estoy agradecido de que la gente te vea bien por venir de Europa, pero siento que los jugadores debemos transformarlo en algo positivo que nos impulse a rendir mejor. Al final, todos los que estamos aquí tenemos esa presión, creo que todos hemos aprendido a lo largo de la experiencia y de los años que vamos jugando a gestionarla. A mí me gusta porque me hace estar más concentrado y llegar más preparado a los partidos.

¿Cómo ves el nivel de Europa y lo que has visto con tus compañeros que juegan en clubes chilenos?

La verdad, no noté mucha diferencia. Creo que todos aquí tienen potencial para llegar a Europa. Las diferencias están en los primeros toques, controles orientados y toma de decisiones. En España, el fútbol es más calmado; tienes más tiempo para pensar y recibir la pelota, porque los controles y conducciones son más precisos. Por eso, los rivales no te presionan tan rápido, ya que un buen control puede superarlos. En todo lo demás, el nivel es muy similar. Tanto en Europa como en Sudamérica hay un gran nivel.

Podrías pasar en menos de un año de debutar con la Sub 20 a jugar en Chile en el Mundial de la categoría. ¿Sería un sueño cumplido?

No hay palabras, o sea, es claro que es uno de los sueños cumplidos que nunca imaginé que iba a poder ser o que puede llegar a ser en un tiempo. Hace dos meses empecé con la Selección y ya poder pensar en eso, soñar en eso, es algo inimaginable, increíble y ojalá pueda suceder.

¿Qué tan lejos quieres llegar con la Selección y con tu club?

Sabemos que el 2030 hay otra oportunidad para el Mundial, sé que queda muchísimo para eso, pero es ir escalando de a poco. Es uno de mis sueños más grandes. Con el Huesca primero quiero ganarme la titularidad y más minutos y evidentemente creo que hay que pensar grande e intentar poder llegar a la Primera División. Es otro de mis sueños.

¿Qué has conversado con tu familia sobre la posibilidad de llegar al Mundial y lo rápido que has avanzado hasta ahora?

Ellos están muy ilusionados, y pensando en lo futuro, ya dijeron: si vas al Mundial, nos vamos todos a Chile. Ojalá pueda ser así, sería un orgullo y una felicidad enorme.

¿Qué consejos te han dado para mantenerte enfocado y no perderte en el camino en el planeta fútbol?

Lo más importante es siempre creer en ti, porque es cierto que muchos tratarán de hundirte o te dirán que el fútbol es muy difícil, que nadie llega. Y aunque es cierto que es difícil, si crees en ti mismo, tienes fe y, sobre todo, una familia que te apoya, todo es posible. Sin duda, se puede lograr.

"somos una familia"

De las cosas que han sorprendido a Chatiliez fue el recibimiento que tuvo cuando se sumó a la concentración de la Roja chica. "Somos más que un equipo, una familia, casi un grupo muy unido y eso se refleja en el campo y las cosas salen bien también. Es un agrado poder tener una Selección muy unida como la que tenemos y sobre todo disfrutar de esto", declara sobre el camarín actual de la Sub 20.

¿Cuáles son tus expectativas para los partidos ante Argentina y qué tan importantes son en la preparación para el Sudamericano?

El equipo está muy preparado y creo que hay poco más que mejorar. El objetivo es seguir en la misma dinámica en la que está el plantel. Desde el primer entrenamiento noté que estamos muy bien a nivel global y mi expectativa es ganar los dos partidos. Siempre hay que ir a por ese objetivo, sacar lo mejor de mi fútbol y hacer lo que sé hacer, que es lo que me ha llevado a estar aquí.

Cuando chico pasaste por las divisiones inferiores de la Universidad de Chile. ¿En algún momento de tu carrera te gustaría venir a Chile y jugar en la U?

Ahora estoy centrado en quedarme en Europa, en España, pero claro que en algún momento, si se da la oportunidad, estarán siempre las puertas abiertas y, por qué no, volver donde empezó todo.

Mencionaste que Alexis Sánchez es uno de tus referentes de la Selección y que quieres jugar con él. ¿Has podido conversar con él? ¿Te atreviste a escribirle, él te ha dicho algo?

Creo que todavía me falta hacer más cosas para que me reconozca, para que vea lo que soy. Ojalá poder intercambiar algunas palabras con él, a ver si coincidimos algún día por aquí en Chile y poder saludarle y hablar con él es algo que sería muy bueno, sería muy bonito.