Villa del Mar enfrenta inseguridad y poco acceso a transporte público
Si bien el sector ubicado en Tierras Blancas ha tenido un correcto acceso a servicios básicos, se encuentra con desafíos pendientes.
El sector de Tierras Blancas, específicamente la Junta de Vecinos Villa del Mar, enfrenta serias dificultades en materia de seguridad que han encendido las alarmas entre sus residentes. A pesar de los esfuerzos de las autoridades locales, la situación parece estar lejos de mejorar, especialmente con la creciente presencia de personas en situación de calle y la ocupación ilegal de terrenos.
VILLA DEL MAR
En este territorio, donde conviven áreas turísticas, comerciales y residenciales, el incremento de la delincuencia ha afectado directamente la calidad de vida de sus habitantes. "Por existir algunos terrenos públicos y privados sin protección, ha aumentado la población en situación de calle que viven en esos sitios, sirviendo de guarida para sus fechorías", señaló Sonia Manosalva Apata, presidenta de la Junta de Vecinos, expresando la preocupación generalizada por la seguridad del sector.
Aunque diversas autoridade han intervenido en situaciones de emergencia, la solución no ha sido definitiva para los pobladores. "Se ha vuelto un círculo vicioso porque la solución es temporal", comentó un vecino, subrayando la necesidad de medidas más contundentes y permanentes para asegurar la tranquilidad de la comunidad.
El transporte público en Villa del Mar, dentro del sector de Tierras Blancas, es otro desafío significativo. Los microbuses del recorrido N° 12 y los colectivos del recorrido U Verde y Rojo operan solo hasta las 8 p.m., lo que dificulta la movilidad durante las noches y los fines de semana. "La frecuencia de transporte público decayó a partir de la pandemia", afirmaron los vecinos, quienes ahora dependen en gran medida de aplicaciones de transporte privado para sus desplazamientos nocturnos. Esta situación ha dejado a muchos residentes, especialmente a las personas mayores y aquellos sin acceso a vehículos privados, con opciones limitadas para moverse por la ciudad.
El servicio de transporte, que antes era regular, ha sufrido un declive considerable en su frecuencia y disponibilidad, generando preocupación por la accesibilidad y conectividad dentro del barrio, lo que afecta la calidad de vida de quienes dependen del transporte público para realizar sus actividades diarias.
Los residentes se mantienen expectantes en la llegada de soluciones efectivas para resolver sus problemáticas.
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