Incertidumbre en el Terminal Nacional por derrumbes
El Rodoviario se ha visto colapsado por la gran cantidad de personas esperando su viaje.
Alberto Uribe Miranda - La Estrella de Arica
La situación durante los últimos días en el terminal rodoviario de Arica ha estado marcada por la incertidumbre y la preocupación de cientos de pasajeros varados debido al cierre de la Ruta A-5, afectada por derrumbes en la Cuesta Chinchorro. Familias, turistas y trabajadores hasta el momento se encuentran sin poder continuar sus viajes mientras esperaban novedades sobre la posible reapertura de la ruta, sin saber con certeza si la situación se resolvería pronto.
Ruta bloqueada
Las agencias de transporte se vieron sobrepasadas por las consultas de los pasajeros, sin poder ofrecer alternativas claras. Javier Rojas, uno de los trabajadores del terminal, comentó: "La gente ha estado exigiendo su viaje, viendo si se les pueden cambiar los boletos o la devolución de su dinero. Pero no se puede hacer nada más allá de lo que dijeron las autoridades, tendrían que limpiar el camino para que puedan salir y llegar buses. Nosotros no podemos hacer nada más". Muchos pasajeros optaron por buscar alojamiento cercano ante la posibilidad de pasar la noche en el terminal.
Varios pasajeros también expresaron su frustración por la venta de boletos a pesar de la emergencia. Eduardo, uno de los afectados, señaló que adquirieron los pasajes la noche anterior por internet, cuando se creía que el corte iba a ser menos prolongado. "Entonces uno se queda en el lugar y espera a que avisen". Eduardo, quien viajaba desde Tacna, se encontraba a la espera de su viaje de regreso a la ciudad de Calama.
Miguel Orellana, representante de la empresa Kenny Bus, señaló: "Este es el tercer día que estamos con esta situación. Los buses que salieron los devolvieron porque la carretera está cerrada. En Cuya hay buses con niños, personas mayores, y no tienen comida ni agua. La situación está colapsada".
Ante la prolongada espera, varios pasajeros decidieron hospedarse nuevamente en hoteles cercanos. Rodolfo Zenteno, quien esperaba viajar hacia Iquique, comentó: "Nos dijeron que iban a usar explosivos para despejar los escombros, pero no sabemos si podremos viajar pronto. Venimos de Perú y probablemente tengamos que volver a hospedarnos porque no hay nada confirmado". Por su parte, Isabel, una pasajera de Alto Hospicio que regresaba de un viaje por unos días a Tacna, relató: "Nos regresaron al terminal porque no había condiciones en la zona del derrumbe. Estuvimos parados cerca de una hora allá, pero no había manera de quedarse. Ahora estamos buscando alojamiento otra vez".
Hasta el cierre de la jornada de ayer, la situación seguía sin resolverse, mientras que los pasajeros permanecían a la espera de novedades.
30 horas de espera han tenido algunos buses varados en Cuya, enfrentando problemas de alimentación.