Valeria Barahona

Una portada negra, con un efecto gráfico desteñido y un dibujo esférico minimalista, impreso en bajorrelieve plateado, da la bienvenida a "Bahamut", el penúltimo libro del escritor Francisco Ortega ("Logia"), quien esta vez se propuso construir "una novela histórica sobre el futuro", ya que "armé un mundo (basado en el actual) y traté de ponerle fechas a hechos históricos que no han pasado, pero que tuvieran un cierto apoyo en la realidad, lo cual me terminó cansando, pero es una novela que me gustó mucho escribirla".

Un relato coral realizado por seres humanos de distintas épocas, la mayoría ubicado en el futuro, hasta el año 3514; así como androides e inteligencias artificiales (IA), dando cuenta de sus relaciones e interferencias en la narrativa del sistema solar, lleno de proyecciones como un gran terremoto generado por la Falla de San Ramón, en Santiago, junto a cortes de agua diarios que se extienden por varias horas para asegurar el recurso, es lo que da vida a "Bahamut", sobre la cual "incluso la editorial tenía sus reparos, porque podía ser una novela complicada por su estructura, ya que son cinco novelas en una, y no es lineal, vas cambiando de tiempo y lugar en cada capítulo. Firmé contrato en 2016 y me demoré casi siete años en terminar, aunque escribí otros libros entre medio", relata Ortega.

En 2014, a través de una aparente falla en WhatsApp, la IA Natalia contacta al científico Salomón Belinsky, de ascendencia chilena y que realiza investigaciones en el Observatorio ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array), para tratar de resolver "el problema Bahamut". En uno de los primeros chats, la autómata responde que el próximo gran cambio histórico "comenzó cinco años después de la primera pandemia", en "abril de 2025, cuando, tras derrocar al Gobierno imperante, la Mayoría Islámica accedió al poder en Francia y desde ahí se extendió al resto de Europa".

-Poco antes de esta entrevista el canciller israelí, Eli Cohen, dijo ante Naciones Unidas (ONU) que "Occidente es el próximo" en la "guerra del mundo libre", ¿qué piensas sobre esto, ya que tu libro habla de un cambio en las relaciones entre Israel y Palestina?

-Heavy, porque el arco político de la novela se trata de eso, postula que en 2029 se terminan las hostilidades entre Palestina e Israel, con el trato de nueva Canaán, pero el gran giro que hago en "Bahamut" es que hay un movimiento fundamentalista islámico blanco, en el sentido de que es europeo: no proviene del mundo árabe, sino que nace de las ultraderechas europeas, que al no tener un apoyo religioso fundamentalista en la Iglesia católica, buscan otra religión. Ahora, lo que dice este ministro no me extraña, porque nosotros no entendemos mucho lo que pasa en Europa, pero en Francia hay problemas muy grandes, Alemania es muy grande, y son culturas distintas, en un choque que yo exageré a nivel dramático que me sirviera para armar una epopeya de ciencia ficción.

-El Presidente francés, Emmanuel Macron, hace unos días detuvo protestas a favor de Hamás.

-Sí, yo creo que eso va a ir va a ir creciendo. Aquí hay que diferenciar la causa Palestina y Hamás, estoy de acuerdo con eso, porque se tiende a juntarlas, por ese sentimiento anti israelí que hay en Chile, que se entiende por la cantidad de palestinos que hay, y porque nadie puede hacer oídos sordos ni ser ciego ante el hecho de que Israel ha abusado de Palestina y cometidos violaciones a los Derechos Humanos durante 50 años, ha hecho barbaridades que están a la par de lo que ha hecho Hamás. Un amigo analista internacional me dijo algo parecido, pero haciendo una reflexión: "Supongamos que esto escala al peor de los escenarios, como tu novela o la de (Michel) Houellebecq ("Sumisión"), ¿qué pasa si el fundamentalismo árabe más extremo entra en este conflicto y llama a la quinta cisma, a erradicar absolutamente a los infieles, no sólo a Israel, y esto se transforma en una guerra mundial? Nuestro estilo de vida es más cercano a Israel, y en caso de una guerra mundial vamos a estar igual que en la Segunda, en una guerra cultural, cuando el capitalismo estadounidense tuvo que decidir aliarse con su adversario cultural, el comunismo soviético, porque había un tercer adversario más grande". Es complejo y lo trabajé harto en "Bahamut", que es un relato distópico que lleva esto al extremo, conquistando la Tierra completa.

-¿Qué crees que se puede hacer para proteger a Occidente?

-Nada. Las cosas tienen que pasar como tienen que pasar. En el curso de la historia no hay manera de proteger ni de detener la marea. Además, todo es circular, ese también es un tema que toca la novela, donde todo es esférico, un círculo. Pasa que nos hemos acostumbrado mucho a la calma, a un período de paz, paz virtual, pero generalmente lo que necesita el mundo, no sólo Occidente, es tener crisis grandes, porque eso te lleva al equilibrio. Llevábamos mucho tiempo tranquilos y lo que está pasando ahora en Palestina e Israel es sólo el comienzo de un periodo muy álgido para la raza humana.

-En el relato aparecen varias inteligencias artificiales o sistemas afines, ¿ocupaste alguna para ayudarte a escribir?

-Sí, pero no. Cuando tenía más o menos el libro terminado y estaba trabajando con Julio Rojas ("Caso 63") en el guión para la serie "El refugio", de Lionsgate, y Julio comenzó a usar ChatGPT, a finales de 2020. "Bahamut" se iba a publicar a mediados de 2022, pero la editorial la retrasó para que no chocara con el proyecto "Latinoamérica Bizarra", donde escribí el libro de Chile. Entonces aproveché de corregir algunas cosas y, como conocía ChatGPT, lo ocupé para escribir algunos diálogos del personaje de Natalia, sobre todos los primeros, antes de que el algoritmo se adecue a las formas de hablar de la gente común y corriente. Cuando comienza es fría y escribe en el chat con faltas de ortografía.

-Esta semana lanzaste, en coautoría con Juan Andrés Salfate, "Enigmas y misterios: las grandes interrogantes de la historia y lo oculto", ¿qué piensas sobre la relación entre mitología, historia y pensamiento crítico?

-De eso se trata el libro, de cómo los misterios que en general nos rodean, desde los ovnis hasta el Monstruo del Lago Ness, o lo que quieras, crean una narrativa humana, que está inserta en nosotros, que viene con nosotros, ya sea por el dios religioso o cultural de las personas, y es algo que nos podemos dejar, nos va a marcar siempre aunque seamos escépticos, ateos. Es algo que también toco en "Bahamut", donde la Gran Certeza (de que estamos solos en el Universo) provoca una crisis espiritual: la gente necesita creer en cosas, Dios tiene muchas formas y muchos nombres.