Adiós al profesor Miguel Guerra Vicencio
Aún no me recupero de la lamentable noticia de su partida, la que queda marcada con esa colosal labor educacional que Ud. desarrolló en el deporte formativo, en que su pasión fue el atletismo…
Generaciones y generaciones escuchamos sus orientaciones y acogimos con motivación su formación, para ser buenos atletas, pero mejores personas…
No sé qué hubiese sido de mi vida, si en el caminar de nuestra existencia,
no nos hubiésemos conocido, no me hubiese demostrado que en esta vida, sí hay alternativas para todos…
Mis carencias y frustraciones las canalice gracias a Ud. y me demostró que se puede ganar a la adversidad con muy poco, pero con esas convicciones y valores que Ud. me inculcó…
El atletismo fue un medio, pero lo que me entregó hasta el día de hoy lo atesoro…
La meta era un objetivo, en esta carrera interminable de nuestras vidas, y sigo alcanzando metas, en esa forma de ser de Ud. que me obligaba a no decaer, había que llegar…
¿Cuantos pudimos alcanzar nuestros objetivos de vida, cuantas generaciones conformamos ese núcleo de personas de bien que nos remarcaba en las exigencias que Ud. nos planteaba?
Su generosidad fue a raudales, con todos y para todos, no hubo un imposible y ese fue mi ejemplo, y el de muchos…
No esperó reconocimiento alguno, como pasa siempre con grandes educadores que han partido en silencio y lo seguirán haciendo, mientras nosotros seguimos por aquel camino que nos ayudó a forjar…
Hoy, solo he atinado a pensar y plasmar en estas letras mi emotivo homenaje al querido profesor, al maestro con cariño…
A su familia mi emotiva solidaridad y pésame, y sólo decirles que el profesor Miguel, al que cariñosamente llamamos "Chapu", está en nuestros corazones, los que quedaron marcados a fuego por el resto de nuestros días…
Alejandro Díaz Carvajal, Profesor y Consejero Regional.