Leo Riquelme

Los rayos del sol alumbraron ayer en gran parte del centro sur del país, donde en los seis días anteriores se produjeron las peores inundaciones desde 2009, que dejaron 33.234 damnificados, según reportó el Servicio Nacional de Prevención de Desastres (Senapred). La cifra es casi 14 mil por encima de las que dejó el frente del 23 de junio.

"Muchos ciudadanos han sido afectados en esta emergencia, pero mantienen su entereza", dijo el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, en un balance.

El Maule fue la región más golpeada, con más de 29 mil damnificados, 39 mil aislados y casi 24 mil viviendas dañadas. Los registros de la Dirección de Aguas indican que en cinco días en Curicó cayeron 309 milímetros, muy por encima de los 79,8 mm del temporal de junio y el máximo histórico, que databa de 1963, cuando se acopiaron 84,3 mm.

"Quiero colocar este contexto para ver los fenómenos que estamos enfrentando, que son de una magnitud muy superior a lo que el país ha enfrentado en otros momentos", añadió Monsalve.

Con el retiro de las aguas en gran parte de las calles de las comunas anegadas se intensificaron los trabajos para quitar el barro acumulado.

El Ministerio de Defensa ordenó ayer el envío de cien efectivos más a Licantén, Curepto y Vichuquén, comunas a las que aún es difícil llegar por el daño de las vías.

"Se están desplazando de distintas partes de Chile y vienen de distintos regimientos para apoyar donde más se necesita", dijo a radio Pauta la ministra Maya Fernández.

Según informó el subsecretario Monsalve ante la subcomisión de Presupuestos de la Cámara de Diputados, durante este año el Gobierno ha gastado 59 mil millones de pesos para enfrentar las tras grandes emergencias del año: los dos temporales y los incendios forestales.

El frente que se acaba de ir dejaba hasta ayer 700 puntos de infraestructura afectados, entre rutas, puentes y cauces, que están a cargo del Ministerio de Obras Públicas, que se comprometió a recuperar de manera provisora a lo menos el 70% en 30 días.

Ademas, las autoridades esperan pagar desde el miércoles 30 el Bono de Recuperación para el primer grupo de afectados, que abarcará a quienes llenaron la Ficha Básica de Emergencia (FIBE), que se espera sean unos mil. Éste considera un monto máximo de 1,5 millones de pesos por familia, según el nivel de afectación.

A esto se suma el anunciado traspaso directo a través de una transferencia electrónica a las familias con daños en sus inmuebles, el que ascenderá a 1,8 millones de pesos que se deben destinar a la compra de material de construcción. Para acceder a él hay que llenar una ficha a cargo del municipio respectivo.

La ministra de Desarrollo Social, Javiera Toro, admitió que aún existen muchos lugares a los que los encuestadores no pueden llegar por la situación de los caminos, por lo que estimó que "el catastro completo podría demorar dos a tres semanas, y en eso hay que ser realistas".

Para hacerlo hay 5 mil funcionarios desplegados.

El pronóstico de la Dirección Meteorológica de Chile no visualiza nuevos frentes en la zona por esta semana, pero sí alertó heladas en el valle y la precordillera, con temperaturas mínimas que podrían caer hasta los -2 °C. Para el lunes y el martes, en cambio, sí se visualizan posibles precipitaciones, pero que tendrían características "normales" y con isoterma baja.

Edificio inquieta

Mientras las fuerzas de recuperación estaban desplegadas en la zona centro sur, los equipos de emergencia de la Región de Valparaíso se reunieron ayer para estudiar medidas de seguridad en el sector de Cochoa, en Viña del Mar, donde un gigantesco socavón obligó en la noche del martes a evacuar a los residentes del edificio Kandinsky, construido en las Dunas de Concón. La constructora Besalco y la municipalidad responsabilizaron del hecho al colapso de un colector de aguas lluvia construido en 2005.

Autorizados por sus encargados, algunos habitantes llegaron a sacar enseres a la espera de claridad sobre la condición del inmueble, donde cada departamento cuesta unos 500 millones de pesos.

TVN dio a conocer un informe realizado por el ingeniero civil Patricio Bonelli a solicitud de la administración y enviado a las autoridades. Indica que en la inspección visual no detectó "daños ni corrimientos del suelo exterior. Del estado actual del antejardín se puede deducir que no ha habido movimiento de la losa de fundación. No detecté daños estructurales en el edificio (...) Es preocupante el corte casi vertical del talud debido a la erosión que está cerca del vértice noreste (...) Ese sector requiere atención inmediata".

La alcaldesa de Viña, Macarena Ripamonti, informó que le solicitaron a su Dirección de Obras que emita a la brevedad un informe de habitabilidad y a centros especializados y a profesionales que participaron en el rescate de los 33 mineros el 2010 que analicen el terreno.

Ante los cuestionamientos endosados a su cartera, la ministra de Obras Públicas, Jessica López, afirmó en radio Universo que "aunque no tenemos certezas", es posible que el colector sea el causante del socavón. "Nuestro foco hoy día está en reparar esa situación y reforzar ese sector", agregó.

El subsecretario Manuel Monsalve calificó el hecho como "gravísimo", cuyas responsabilidades deberán ser determinadas de forma administrativa y eventualmente en instancias judiciales, pues los afectados "pagaron por tener una vivienda en un edificio que se suponía cumplía con todos los estándares de seguridad".