Pampa algodonal y los colonos andinos que forjaron un vergel
Familias de los pueblos del interior trajeron consigo sus semillas, costumbres y festividades para asentarse en Alto Azapa.
Bibiana Mamani - La Estrella de Arica
En los años 70 muchas familias provenientes de los pueblos del interior de la región de Arica y Parinacota se conectaron con Azapa mediante el cultivo estacional entre el sector Cerro Moreno (km16) y Ausipar (paradero las Peñas). Luego con los años decidieron cultivar en Alto Azapa de forma permanente, motivo por el cual se agruparon según sus pueblos de origen y conformaron la Agrupación Campesina Andina (ACA) que se incorporó de manera formal en julio del año 1974 a la Reforma Agraria. Sin embargo, en el año 73 ya estaban organizados, por eso este año cumplen 50 años de existencia y perseverancia.
"Soy agricultor hace 40 años en el sector Surire, ubicado en Pampa Algodonal, en la parte alta de Azapa. Lugar donde los fundadores llegaron a cultivar por los años 70, pero fue hasta el 73 que se agruparon de manera formal y después tomaron posesión de los terrenos a través de la Agrupación Campesina, Que a su vez está conformada por cinco agrupaciones de familias originarias de Camiña, Ticnamar-Belén, Surire, La Cruz e Hijos de Livílcar, quienes dieron vida a la agricultura de este sector. Por eso queremos que se conozca nuestra historia y de quienes fueron los fundadores de estos sectores que hoy surten de verduras y frutas a la zona norte y centro del país", contó Víctor Acevedo, dirigente de la Agrupación Indígena de Surire.
A pulso
Los inicios no fueron fáciles para los colonos andinos de origen aymara, ya que los terrenos obtenidos, eran pedregosos y de tierra salada, por eso las primeras siembras se enfocaron en el ajo, zanahoria, maíz y alfalfa, los que fueron cultivados según los conocimientos agrícolas que traía cada familia de sus respectivos pueblos.
"Hoy en día este sector es un vergel, donde la mayor parte de la producción se centra en hortalizas, tomate, lechuga, porotos, zapallo, pimentón, hasta frutas como el mango, guayaba, frutillas, papayas, guayabas y otros. Todo se produce aquí desde manzanas, hasta granadas, pero los inicios fueron difíciles ya que no teníamos accesos a caminos y para extraer el agua tuvimos que trabajar en 3 kilómetros a punta de pala y picota para traer agua hacia nuestros cultivos", recordó Acevedo.
Aquellos años, sin electricidad y sin comunicación telefónica la vida en Alto Azapa se concentraba en el trabajo agrícola, la familia y las festividades. Las cuales se veían interrumpidas de alguna forma, por la bajada del Río San José, que los dejaba aislados ca-
"Queremos que se conozca nuestra historia y de quienes fueron los fundadores"
Víctor Acevedo, dirigente Agrupación Indígena Surire