La Junta de Adelanto impulsó múltiples obras de infraestructura pública y posicionó a la ciudad como un centro de desarrollo comercial. Este organismo transformó la arquitectura de la urbe y se preocupó de fomentar la vida sana mediante la instalación de equipamientos destinados al deporte. Durante su gestión fueron inaugurados varios recintos que, hasta el presente, favorecen la actividad física en la región como el Estadio de la Liga de Empleados (1961), el mundialista Carlos Dittborn (1962), el Fortín Sotomayor (1965), el Hipódromo (1964) y, para cerrar esta década, la Piscina Olímpica, en 1972, cuando la ciudad fue sede del Campeonato Panamericano de Natación, Polo Acuático y Saltos ornamentales. Sin duda, representa una época de modernización y bonanza económica de Arica.

Sus icónicas graderías de hormigón, forman una "L", que las hacen visible desde distintos puntos de la localidad, junto al Océano Pacífico, genera imágenes imponentes que son parte de nuestro patrimonio histórico. El complejo deportivo tiene dos piscinas, una de natación olímpica y otra para saltos ornamentales. A nivel de ingeniería, una de las dificultades que ocasionaba la construcción en esa zona fue que el terreno presentaba napas de aguas subterráneas, por encontrarse en el borde costero. Por ese motivo, la estructura del recinto y el fondo de las piscinas fue levantado, en lugar, de realizar una excavación. A inicios de los setenta, la ubicación de este edificio deportivo se planificó para marcar el límite del radio urbano, pero con el acelerado crecimiento de la ciudad, ha quedado incorporado en los sectores habitacionales.

En más de cincuenta años de historia, la existencia de la piscina representa una descentralización porque entrega la posibilidad de practicar una disciplina de alto rendimiento a deportistas regionales, los que se han destacado en natación, waterpolo y salto. También ha sido espacio para eventos masivos, como espectáculos de televisión o ceremonias religiosas. Su mantención tiene elevados costos económicos mensuales. En la actualidad, es ocupado por la comunidad ariqueña para desarrollar actividades deportivas, solo puede albergar competencias de carácter amateurs o locales. Además, se presenta el enorme desafío de revitalizar este sector del borde costero. El 2022, el Consejo de Monumentos Nacionales aprobó su declaración como Monumento Histórico.

Pablo Chávez Zúñiga

Doctor en Historia, U. de Chile

Sin lugar a dudas la promulgación de la ley que sanciona los delitos económicos y ambientales es una muy buena noticia para Chile, especialmente en materia de recuperación de las confianzas. Lo anterior en plena crisis de las instituciones y el sistema político debido a lo que se conoce como caso convenios.

La importancia de esta iniciativa es que busca sistematizar los delitos económicos y medioambientales, sancionar de manera ejemplificadora a quienes los cometen y recuperar el orden quebrantado en la sociedad.

Estos delitos son tan importantes y tan relevantes como cualquier otro, por ejemplo, de alta connotación social, porque aquí las víctimas no solamente son las personas, sino toda la sociedad. Por esta razón dotar a nuestra legislación de una herramienta como ésta, que aumenta las penas, sistematiza los delitos económicos y medioambientales en un sólo capítulo, favorece un sistema de justicia que aplique, en su más estricto sentido, sanciones sin importar origen, recursos económicos u otros.

Esperemos que, de una buena vez, se les acabe la fiesta a los corruptos y quienes no tienen un mínimo de moral, ni incomodidad, en aprovecharse de las falencias del sistema y la falta de regulación.

Rodrigo Durán Guzmán

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