Editorial
Robos en los ministerios
En estos días ha llamado la atención de la opinión pública que edificios gubernamentales hayan sido víctima de robos de computadores y, en uno de ellos, se llevaron hasta una caja de seguridad.
No solamente sorprende la facilidad para cometer los delitos por parte de los perpetradores, también que ocurran en medio de cuestionamientos a distintos contratos y convenios en los que se teme la existencia de algún delito, y en cuyos dispositivos y, específicamente, en la caja fuerte podría encontrarse información relativa a las investigaciones.
No hay que ver mucha tele- como dicen los jóvenes- para entender que hay algo raro en estos casos, especialmente en el del Ministerio de Desarrollo Social, los otros pueden ser incluso distractores de lo que en sí importaba en ese momento, que era apoderarse del contenido de la caja de seguridad.
Los PC de ese ministerio aparecieron a las horas tras un simple seguimiento.
Tampoco se trata de responsabilizar a quienes dirigen esas carteras -Ministerio de Desarrollo Social y Subsecretaría de Cultura-, no es ese el foco, más bien es ser críticos ante las coincidencias y a cuestionar que exista solo el afán de apoderarse de artículos para su receptación.
Pocos creen que sean delitos propios de la criminalidad que hoy vivimos, puede que estén involucrados delincuentes comunes, pero hay circunstancias que hacen dudar, incluso algunos medios de la capital califican estos hechos como "robo político".
Entonces hay algunas partes de esta trama que deja cabos sueltos.
Claramente no son simples robos y la caja de seguridad no sólo contenía documentos sin mayor relevancia, como dijo el ministro Jackson.
Qué había y por qué aún no aparece.
La investigación debiera develar esas dudas que rondan en muchos de los chilenos que se enteraron de estos singulares casos.
"No solamente sorprende la facilidad para cometer estos delitos por parte de los perpetradores, también que ocurran en medio de cuestionamientos de distintos contratos...".