Modificaciones a la ley antiterrorista se sumarán al fast track legislativo
Uno de los consensos es que ya no se buscará perseguir el ánimo de generar terror, lo que ha dificutado aplicarla, sino que los efectos de la acción.
Leo Riquelme
El Presidente Gabriel Boric, ministros, policías, expertos y representantes de ambas salas del Congreso se reunieron ayer en La Moneda, donde el Ejecutivo presentó el borrador del proyecto de cambios a la ley antiterrorista, que será presentado a tramitación dentro de los próximos 15 días. A solicitud del presidente del Senado, Juan Antonio Coloma, la iniciativa será sumada al grupo de 31 proyectos priorizados en seguridad que forman parte del llamado fast track legislativo, que tienen compromiso de discusión acelerada.
"Sin prioridad esto puede quedarse entrampado por mucho tiempo", concordó la ministra del Interior, Carolina Tohá.
"A fin de años esto tiene que estar convertido en ley", agregó Coloma.
Las autoridades no quisieron entregar muchos detalles de la propuesta debido a que aún está bajo ajustes, atendiendo las recomendaciones de los parlamentarios, del Ministerio Público y de expertos. Pese a ello, ya hay algunos consensos en ciertos aspectos.
Dentro de los principales mencionados por Tohá se cuentan un cambio en la tipificación del delito, que es algo que ha hecho que sea muy difícil de aplicar.
La idea es terminar con la exigencia de demostrar el ánimo de generar terror, que contiene la norma actual, y sustituirlo por la evaluación del "potencial que tiene una acción de generar un efecto".
Además, se buscará perseguir la creación de organizaciones para provocar este tipo de actos, aunque en la oposición plantean que se sume a cuando es solo una persona la que lo pretende hacer.
También hay consenso en aplicar en este tipo de ilícitos todas las herramientas de investigación que permite la ley de crimen organizado, recién aprobada y que considera prácticas de "nueva generación" en persecución penal.
Coloma propuso que se incorpore a las víctimas en el proceso; se definan fiscales especiales para perseguir actos terroristas y se privilegien tribunales con el mismo fin; además de sumar una política preventiva. "Me parece muy bien que (el Gobierno) comprenda que no por ser de un signo político van a estar ajenos al terrorismo", agregó.