Accidentes y seguridad en el consumo
El "Informe de Estadísticas de Accidentabilidad Asociados a Productos de Consumo", elaborado por el SERNAC, con antecedentes proporcionados por COANIQUEM, y por los hospitales Dr. Luis Calvo Mackenna y Roberto del Río, establece que, durante los años 2021 y 2022, el número de incidentes ascendió a 16.820 casos.
El reporte, desarrollado en el marco del convenio que mantiene el Servicio con estas instituciones de salud, destaca que las quemaduras por estufas fue la causal que provocó la mayor cantidad de accidentes en las niñas y niños. Le siguen los incidentes relacionados con camas, cuerpo extraño y pelotas, piscinas, bicicletas, planchas de ropa y de pelo.
Por otra parte, este reporte establece que los incidentes con hervidores eléctricos disminuyeron en comparación con los resultados obtenidos en estudios anteriores. Esta disminución podría ser, en parte, por el resultado del trabajo realizado por el SERNAC, en conjunto con SEC, COANIQIUEM y otros organismos, con empresas privadas para la implementación de mejoras continuas en la elaboración y recomendaciones de uso de sus productos.
El reporte también permite analizar la relación que existe entre productos de consumo frecuentemente involucrados en las lesiones y el rango etario de los niños y niñas afectadas.
Por ejemplo, las estufas son los productos que más se asocia a incidentes en niños de 2 a 4 años.
En el grupo de 5 a 9 años, este producto sigue encabezando esta lista, aunque con menos casos, aumentando las lesiones asociadas a incidentes en bicicletas y piscinas.
El llamado clave es al autocuidado para evitar incidentes que provoquen gran dolor y que muchas veces dejan secuelas en los niños y niñas, además de grandes costos para la familia y a la sociedad en general.
Es muy importante que las personas consideren la seguridad como un elemento central al momento de tomar sus decisiones de consumo, adquiriendo productos sólo en el comercio formal, que cuentan con todas las certificaciones de las instituciones encargadas, y que sean apropiadas para quienes los vayan a utilizar.
Las empresas deben ser profesionales y no comercializar productos inseguros.
Sólo vender productos que cumplan con todas las regulaciones y certificaciones nacionales e internacionales, para evitar riesgos y daños a la salud e integridad física de la población, especialmente de los niñas y niñas.
Las empresas deben también tomar las medidas correctivas de forma oportuna e inmediata cuando se detectan riesgos no previstos en los productos comercializados.
Finalmente, enfatizar que la seguridad en el consumo es un derecho contemplado en la Ley del Consumidor, así como también lo es el deber de las empresas de cumplir con lo establecido en dicha norma.
Erick Orellana Jorquera, director regionall del Servicio Nacional del Consumidor, Sernac