Editorial
Médicos cien por ciento ariqueños
Hace sólo unos días se llevó a cabo en el Aula Magna de la Universidad de Tarapacá, la titulación de los primeros médicos formados en la casa de estudios de la región. El acto se da junto en momentos cuando hace ocho años, se da a conocer la apertura de esta carrera en la región, a partir del año 2016. La puesta en marcha de esta carrera tuvo un enorme significado para Arica y para toda la región. En aquel momento este Diario daba a conocer la enorme necesidad que existía -y que por cierto sigue existiendo- de médicos y especialistas en esta zona extrema.
De acuerdo a estimaciones de la fecha, Arica y Parinacota contaba con un tercio de la cantidad de médicos mínima recomendada por la organización para la cooperación y desarrollo económico como estándar para una población como la nuestra. Hoy el escenario no es diametralmente favorable.
Históricamente esta carencia se ha hecho evidente y la salud es una de las grandes debilidades que presenta la región. No sólo faltan médicos, sino que también faltan especialistas claves para la comunidad regional. Y uno de los grandes indicadores, uno de los síntomas que deja en evidencia esta realidad, es el hecho de que miles de ariqueños y ariqueñas se trasladan a Tacna en busca de atenciones.
Hoy se espera que la formación de médicos en la región vaya ayudando a volcar esta realidad, pero no sólo en lo que respecta a la salud privada, sino que principalmente al aporte que los y las profesionales pueden y deben hacer a la salud pública.
Pero la formación de médicos en la región no tiene sólo estos beneficios, que parecen los más obvios, lo más directos. Hay otros aspectos que se relacionan con las raíces y la pertenencia de estos profesionales. Algunos de ellos son hijos de esta tierra, saben muy bien de sus necesidades, crecieron viviendo en carne propia la falta de sus ahora colegas.
El conocimiento intercultural, el haber pasado horas esperando una atención, el comprender que pueden salvar la vida de un vecino o hasta un pariente, son pequeños detalles que hacen grandes diferencias, de quienes ahora son médicos cien por ciento ariqueños.
"La región ve la primera generación de facultativos formados en la Universidad de Tarapacá".