Traspaso en ejecución de proyectos
Con preocupación veo la decisión adoptada por la Municipalidad de Arica de traspasar la ejecución de tres proyectos que son de su competencia al Ministerio de Obras Públicas (MOP). Se trata de los mejoramientos del Parque Brasil, del Paseo Peatonal 21 de Mayo y del edificio del ex Casino Municipal.
Cuesta comprender que la gestión municipal decida abandonar una tarea que hasta la década de 1990 cumplió exitosamente. Fueron sucesivas administraciones municipales las que diseñaron y construyeron el Paseo Peatonal 21 de Mayo, la remodelación de los balnearios El Laucho y La Lisera y del Parque Vicuña Mackenna, gimnasios, parques, entre las más notables.
¿Por qué ahora el municipio baja los brazos frente a una tarea que antes supo hacer? La Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades señala como deber de los municipios "elaborar, aprobar, modificar y materializar los planes de inversiones en infraestructura de movilidad y espacio público".
No quisiera pensar que las últimas malas experiencias como el fallido Parque Acuático, la paralización de las obras del estadio en el sector norte o el cierre definitivo del Casino Municipal, desalentaron a la Municipalidad a hacer lo que mínimamente le corresponde.
Distraer al MOP en lo que otro debe hacer, traerá un grave perjuicio para el desarrollo de la infraestructura pública de alto impacto que sigue necesitando la región. Nadie puede reemplazar al MOP en esa función pública, la cual ya tiene algunas deudas como la nueva Caleta Pesquera, el balneario Chinchorro, un embalse para Azapa, un nuevo Barrio Cívico, y la Biblioteca Regional en el edificio de la ex estación del ferrocarril.
¿Por qué si el municipio pudo con el Paseo Peatonal 21 de Mayo en los '90, hoy no puede con esas mismas 5 calles?
Pensar en el MOP como un "superhéroe", puede también ser un riesgo. Y si no, basta observar hasta hoy la indiferencia con que se han abordado por más de 2 años los impactos negativos de la pavimentación de sólo 1 kilómetro en el acceso a Azapa. Para qué decir el abandono de las obras del Cesfam Sur, la ex Aduana y el jardín infantil de El Alto, que fueron de cargo del MOP y sus contratistas no cumplieron y requirieron más dinero público y tiempo para concluirlas.
La función pública se ejerce y con ella sus desafíos. Por ello, no parece correcto omitir a la Secretaría Comunal de Planificación del municipio -otrora alma máter de los proyectos de infraestructura urbana- de su obligación legal. Y menos parece justo reducirla a la sola ejecución de proyectos de bajo impacto como iluminación y/o construcción o reparación de sedes y canchas. Obras son amores.
Marcelo Urrutia Aldunate
Profesor
Ex Consejero Regional Arica