Despertar de los laureles

Fue el mismo Alexis Sánchez, probablemente el hombre insignia de la llamada "Generación dorada" del fútbol chileno, quien se encargó en una entrevista de doblar aquella camiseta y simbólicamente, guardarla para afirmar que es el momento de dar paso a nuevas generaciones.

El "Niño Maravilla", quien ya camina por los 34 años, se encargó de dejar dignamente en el "baúl de los recuerdos" a dicho grupo privilegiado de futbolistas - del cual él forma parte- en una conversación previa al partido que disputó este lunes la selección chilena de fútbol, ante su similar paraguaya. La idea la repitió en una breve entrevista tras el partido en el que la "Roja" se impuso, y en el cual el mismo Sánchez fue la figura. Jugo en el que de paso, demostró toda su vigencia.

Es precisamente esa vigencia, equilibrada por los años y la experiencia, la que le han dado una autoridad a prueba de reproches para decir que ya es tiempo de que la generación más exitosa del fútbol chileno, definitivamente sea relevada.

De alguna manera, el simbólico jugador se ha encargado de "despertar de los laureles" a un medio chileno que se quedó empantanado en éxitos de antaño, un medio que en general incluye no sólo a los futbolistas, sino que a dirigentes, clubes y buena parte de la prensa. El resultado es que tras aquellos éxitos, poco se aprendió para que el fútbol chileno tuviera un despegue real y definitivo, con esa "generación dorada" como base ideológica, como un nueva ADN.

Lo del jugador nacido en Cobreloa pareciera un llamado a dar vuelta una página para comenzar a escribir definitivamente una nueva, una para la cual en este momento faltan aquellas herramientas, faltan plumas y tintas, debido a la incapacidad que el medio nacional ha demostrado para dar forma a una generación de relevo.

Probablemente la declaración de Sánchez sobre el momento que vive nuestro balompié, junto con los resultados y en especial, ante la pérdida de todo aquello que hizo que Chile figurara entre los grandes del mundo, permita que de una vez por todas el fútbol chileno deje de buscar un avance mirando por el espejo retrovisor.

"El más exitoso integrante de la generación dorada, se ha encargado de dejarla dignamente en el baúl de los recuerdos".

No todo está bien

Extorsión, evasión, plagio, coima, abuso, maltrato, saqueo no solo son palabras feas, son acciones imprudentes, maliciosas, malhadadas, impropias, deshonestas, incorrectas.

¿Me contradigo? Si ha leído alguna columna de opinión mía, titulada "No todo está mal", puede ser que le dé la razón, aunque en esa columna pretendí ubicar la expresión en un contexto mayor, no necesariamente local, y también en ella discutí la variante lingüística de la expresión, más bien. Sin embargo, en esta, lo que discurro, lo que examino es nuestro andar, nuestro hacer, el de todos, el de muchos, el de algunos, no pocos.

Hace solo unos días, una organización no gubernamental, Transparency International, que con cierta periodicidad evidencia métricas que dan cuenta del grado de transparencia de los estados o naciones en el mundo, mostró cómo unos mejoraban un poquito sus índices anteriores y cómo otros países retrocedían algo. Nadie, ninguno querría desandar, todos querríamos mejorar esos indicadores, corregir las marcas anteriores, lamentablemente no pocos actos individuales o colectivos traban o manchan ese andar e inciden en esa métrica internacional.

¿Cómo hacer, qué hacer? Por lo pronto, transparentar, revelar, descubrir, mostrar, sacar a la luz aquello oscuro, turbio, que causa enojo y dar pasos a su esclarecimiento. Luego, corregir, normar o penalizar.

La educación es la piedra de tope, es la gran ausente en todas esas malas acciones. No lo dudo, y no me refiero a las notas malas, a cursar bien o mal las asignaturas de un plan de estudios, más bien es el comportamiento, la conducta, el orden; es lo actitudinal lo que no comparece esta vez, y esta práctica debe ser acompañada con la recta formación en el seno familiar. No lo duden, el fin último de la educación es ayudar a hacernos mejores personas.

No esperemos de otros el cambio, cambiemos nosotros o démosle un nuevo giro o impulso.

"No esperemos de otros el cambio, cambiemos nosotros o démosle un nuevo giro o impulso".

Raúl Caamaño Matamala, Profesor, Universidad Católica de Temuco

Preocupación

La campaña de San Marcos está preocupando a diversos sectores y aunque recién se va en la mitad de la primera rueda, los resultados no acompañan y la banca técnica no halla la brújula para salir a flote.

Poco movimiento

Poco movimiento se observa estos días en el centro comercial y financiero con tiendas y bancos con escasos clientes. Al parecer los gastos de marzo de diversa índole están pasando la cuenta a los ariqueños y ariqueñas.

Al revés

Mientras en algunos sectores se instalan "lomos de toro" para reducir la velocidad, en otros sencillamente los enormes hoyos y zanjas se encargan de obligar a reducir la marcha. No es la idea, en todo caso.