Editorial
Una agenda peligrosa
La suspensión de clases en Valparaíso, en distintos niveles, debido a un "funeral de alto riesgo", ha puesto de relieve lo peligroso, inconveniente y hasta injusto que la agenda diaria, en temas tan cotidianos como la educación, tenga que quedar supeditada a la seguridad y a la acción de delincuentes.
Los hechos dan cuenta de que en la ciudad puerto, este martes cerca de una decena de establecimientos educacionales vieron afectado su normal funcionamiento debido al funeral, de un hombre que había muerto herido a bala, y que presentaba un prontuario policial que lo vinculaba con el narcotráfico. Incluso, establecimientos de educación superior también registraron cambios en sus labores habituales debido a esta circunstancia.
Al respecto, el alcalde de Valparaíso Jorge Sharp mostró su preocupación por los efectos que puede tener la delincuencia en la generación de temor en la población, al grado de alterar la marcha de la vida diaria de los pobladores.
Desde el Gobierno, si bien en un principio el Ministro de Educación marco Antonio Avila respaldó la decisión de los establecimientos de suspender las clases por motivos de seguridad, la Ministra Carolina Tohá posteriormente ahondó en el hecho reconociendo que no se puede "permitir que el narcotráfico decida el calendario escolar", y que es necesario un trabajo colaborativo para entregar seguridad a los vecinos.
Sin duda, se trata de un concepto simple y lógico, pero a la vez necesario, que habla de la importancia que tiene la seguridad pública en la construcción de la vida cotidiana. El año pasado, al menos dos colegios en Arica suspendieron repentinamente sus clases, también debido a un funeral de alto riesgo.
La duda que queda en la comunidad es que si siempre tendrá que ser así, escalando evidentemente a escenarios más complicados. Porque si sembrar temor da resultados y se impone, nuestra sociedad podría enfrentar una nueva estrategia de grupos y bandas que evidentemente le resultaría altamente conveniente.
Es un tema que se debe analizar y en el que las autoridades deben estar un paso adelante.
"Que las actividades de bandas y delincuentes determinen el curso de la vida diaria, es algo muy preocupante".