Demolición de "casa narco" acaba con disturbios y sede en llamas
Mujer negó vínculos con el narcotráfico y los vándalos lanzaron piedras y tomates a Carabineros e increparon al alcalde de La Florida.
Matías Gatica Lindsay
La mañana de ayer se llevó a cabo la cuarta demolición de ampliaciones ilegales de supuestas "casas narcos" en La Florida. Los dueños negaron vínculos con drogas,agredieron a Carabineros e increparon al alcalde Rodolfo Carter.
Cerca de las 7:00 horas funcionarios de la Municipalidad de La Florida llegaron hasta la población Los Quillayes para demoler la cuarta "narco casa" desde que comenzó esta iniciativa. En este caso el inmueble tenía una ampliación ilegal y según detalló el alcalde Carter, estaba denunciado por el Ministerio Público y tenía una resolución judicial.
Desde la llegada del personal municipal, manifestantes expresaron su repudio a la demolición, por lo que les tiraron piedras y tomate a ellos y a carabineros, además de increpar a Carter, quien indicó que una de las personas vinculadas a esta cuarta casa "ya tuvo problemas" en la segunda vivienda demolida.
Por este hecho se registraron cuatro detenidos: uno por desórdenes y tres por órdenes judiciales pendientes.
Esta casa estaría ligada a la banda "Los macacos", que fue desbaratada en 2022, y cuyo líder está en prisión preventiva, al igual que su pareja, que sería la dueña de la segunda casa ampliación demolida, según el municipio.
En medio del operativo, sujetos lanzaron un artefacto incendiario al segundo piso de una exiglesia, que actualmente es una sede municipal y que fue utilizada por Carter como base de operaciones para llevar a cabo la demolición. El fuego logró ser controlado por personal municipal y el carro lanzaguas.
Tras la intervención a la supuesta "narco- casa", Carter señaló que "esperamos contar con la ayuda del Ministerio del Interior y del señor Presidente de la República, porque los funcionarios municipales no portan armas, no tienen capacidad para defenderse. Le pedimos al Gobierno que se ponga los pantalones y provean los recursos policiales para que iniciemos los trabajos de inmediato (...) Los funcionarios municipales tenemos miedo, pero no nos vamos a quedar. Es la cultura de la muerte o nosotros".