Empoderar la región
El acuerdo trilateral que Chile acordó con Bolivia y Perú, para permitir que los camiones bolivianos lleguen a puertos de Perú por caminos ariqueños, es una muestra más de la tosquedad e impericia que muestra la Cancillería este último tiempo.
La principal víctima es el puerto y la economía ariqueña, que hace esfuerzos por mantener su competitividad ante la arremetida de los puertos peruanos. Caminos seguros y en buen estado de nuestra región se entregan gratuitamente a Bolivia para el tránsito de carga entre ese país y Perú, sin compensación a nuestra región ni al puerto, una de las principales fuentes laborales de Arica. Un subsidio gratuito del Ministerio de Relaciones Exteriores a los empresarios y dueños de los puertos peruanos. ¡Inaceptable!
Este acuerdo abusa y tergiversa también la norma del libre tránsito que Chile otorgó a Bolivia según el Tratado de 1904, al permitirle a la carga boliviana circular -amparado por ese principio legal- por caminos que no conectan a Bolivia con el puerto de Arica y que por lo mismo no están amparados por el libre tránsito. Se trata del mismo espíritu irresponsable, la misma falta de claridad que años atrás abrió las puertas para que Bolivia demandara a Chile ante La Haya.
¿Qué hacer? El proceso constitucional en marcha brinda la oportunidad para dar voz a las regiones, y asegurarles participación en la gestión de sus territorios y recursos, incluidos, en el caso de Arica y Parinacota, de sus recursos hídricos compartidos con Perú y Bolivia, los pasos fronterizos y la ejecución del libre tránsito.
Sólo sobre un fundamento constitucional distinto podremos construir un regionalismo real, responsable, sostenible y al servicio de las personas, no de los intereses corporativos y centralistas.
Naomi Calle Guarachi