Fiebre, náuseas y daño en células: los desconocidos riesgos de las insolaciones
Las alertas de olas de calor que por estos días afectan al centro-sur del país incrementan las posibilidades de sufrir de insolación, un cuadro clínico que podría llegar a ocasionar daños raramente asociados a él. Especialistas explican sus alcances y entregan sus recomendaciones para prevenirlo.
Ignacio Silva
Es común que el verano traiga consigo altas temperaturas. Este año, sin embargo, el aumento en los termómetros ha sido más pronunciado.
Por estos días, de hecho, la zona centro-sur del país atraviesa una ola de calor en la que se han registrado temperaturas cercanas a los 40º.
Este contexto alerta a los especialistas respecto a diversas problemáticas. Y dentro del área de la salud, una de las más preocupantes son los casos de insolaciones.
"La insolación o golpe de calor, es un cuadro clínico desencadenado por el exceso de calor en el cuerpo, generalmente como consecuencia de una exposición prolongada a altas temperaturas y/o de la falla en los mecanismos encargados de eliminar el exceso de calor", explica el Dr. Roberto Bustos, dermatólogo de Clínica Las Condes.
Según el especialista, este cuadro puede ocurrir por diversos motivos, siendo frecuente en periodos estivales posteriores a una exposición solar prolongada.
Pero, ¿cómo reconocer si se está sufriendo de una insolación?
"Generalmente las quemaduras solares se manifiestan como lesiones rojas o eritematosas limitadas a áreas de piel expuesta al sol, entre las 3 y las 6 horas posteriores y que ceden gradualmente entre 3 y 7 días. Se asocia a dolor intenso y edema local, e incluso vesículas o ampollas en casos más severos", comenta Bustos. "Si el compromiso es extenso, pueden llegar a asociarse a otros síntomas de insolación como cefalea, malestar general, fiebre, náuseas o vómitos, calambres, deshidratación o incluso convulsiones".
Y aunque la lista es larga, el dermatólogo sostiene que estas no son las únicas consecuencias que podría traer un cuadro de insolación.
"Sin tratamiento, una insolación puede generar un daño en las células de ciertos órganos como el cerebro, el corazón o los músculos, lo que puede generar complicaciones graves o incluso la muerte", agrega. Y luego profudiza: "La radiación ultravioleta es un tipo de energía que emite nuestro sol y que viaja a través del espacio, y una vez en contacto con la superficie cutánea genera cambios a nivel de las células que la componen, afectando el material genético presente en su núcleo. Estos cambios con el tiempo pueden gatillar la aparición de tumores benignos o malignos, así como favorecer el proceso de envejecimiento cutáneo. Todo este daño que se va generando con los años, es un daño acumulativo e irreversible. Por lo tanto, nuestra principal estrategia para evitarlo es la prevención del sol".
Bajo sombra
El especialista aclara que la mayor parte de las quemaduras solares y los casos de insolación tienen una resolución espontánea. Pese a ello, dice, no existen terapias específicas para revertir el daño generado ni acelerar el tiempo de curación.
"Es por esto que la prevención constituye nuestra principal estrategia de manejo. En ese ámbito hay varias recomendaciones, empezando por preferir estar bajo la sombra y llevar ropa adecuada, que además de ser holgada y liviana, cubra la piel. También es bueno usar sombreros de ala ancha y lentes de sol mientras se esté al aire libre", comenta el dermatólogo.
Otras recomendaciones tienen que ver con mantener una buena hidratación, usar bloqueador de amplio espectro (mayor o igual 30 SPF) reaplicándolo cada dos o tres horas, y evitar el horario de mayor calor, que abarca entre las 11:00 y las 16:00 horas.
"Además, los niños menores a 6 meses no deben recibir exposición solar directa. Si no se puede evitar las actividades físicas en momentos de mayor temperatura, realizarlas lentamente y descansar intermitentemente en lugares frescos", agrega Bustos.
-En ese sentido, ¿cuáles son los grupos que presentan mayor riesgos ante la exposición al sol?
-Si bien es cierto que cualquier persona puede presentar una insolación, existen algunos grupos de riesgo o situaciones específicas donde se deben enfatizar las medidas preventivas y estar atentos a la aparición de síntomas sugerentes de insolación. Estos grupos son niños y adultos mayores, portadores de enfermedades crónicas, y todos aquellos que hagan uso de medicamentos como antihipertensivos, diuréticos o estimulantes.
-¿Qué se debe hacer ante signos de insolación?
-Si presenta signos de insolación como dolor de cabeza, enrojecimiento o fatiga, lo más conveniente es llevar a la persona afectada a un lugar fresco y con sombra, mantener reposo semisentado y soltar la ropa para favorecer la respiración, quitar el exceso de ropa y dar aire con abanico o ventilador. Luego aplicar compresas de agua fría en la frente, nuca, cuello, axilas o ingles, y en lo posible tomar un baño de tina con agua fría. Esto, además de beber agua fresca mediante sorbos, no de golpe, y aplicar productos como after sun que calman el enrojecimiento de la piel.
"Se puede aplicar compresas de agua fría en la frente, nuca, cuello o ingles, y tomar un baño con agua fría.
Dr Roberto Bustos, dermatólogo UCL