Las preguntas que se hizo el hijo de una familia de campo
"Alguna luz para este pueblo" (Ediciones UCM) es el nuevo libro de Pedro Gandolfo.
Por Cristóbal Gaete
"Un ensayo sobre el campo" (Ediciones UCM) es el subtítulo del nuevo libro de Pedro Gandolfo (1959), una de las voces prestigiosas de la cultura de este tiempo. Abogado, docente, es miembro de la Academia chilena de Ciencias Sociales, Políticas y Morales. Además, es columnista habitual en El Mercurio, sea sobre temas de la sociedad occidental o sobre los nuevos textos que revisa en la Revista de Libros los días domingo.
Justamente entrevistado en aquellas páginas, María Teresa Cárdenas presentó su nuevo libro de esta manera: "…Un ensayo sobre el Valle del Maule a partir de una exhaustiva y multidisciplinaria investigación de los orígenes del lugar, la lengua y la organización de sus habitantes, y también acerca de quienes a través de sus obras han 'construido' ese paisaje campesino".
Es que "Alguna luz para este pueblo" indaga en profundidad en la zona del Maule, usando con propiedad el género del ensayo autobiográfico.
Para Gandolfo, "el campo se ha contado desde la elite", y él, que nunca ha dejado el vínculo con su tierra (en el tiempo que vivía en Santiago, la visitaba cada 15 días), dispuso exponer una mirada que se acerca "a la mirada del campesino", afirmó.
Si bien su lazo con la tierra maulina es por familia, sostiene que "el aspecto biográfico es importante, pero a mí no me interesa escribir una memoria personal, a mí me interesó el cruce entre la memoria personal y la memoria histórica. Esos recuerdos de mi familia campesina me permiten hacerme preguntas generales, objetivas y universales sobre la historia del campo, con dimensiones que escapan a lo autobiográfico. Un componente universal, no personalísimo, es mi meta".
"Me apego al género del ensayo. En la definición original que dio Montaigne incluye lo biográfico: 'el que ensaya, se ensaya a sí mismo'. Está presente esta pregunta también: ¿cómo ve el campo un hijo de campesino, un hijo de una familia campesina, pero que no es un campesino? ¿Cómo logra situarse en esa perspectiva? Es una pregunta filosófica o crítica, respecto de cómo hablar o decir algo sobre un tema o materia de la cual no es sino uno un testigo externo. Esas dudas son las que más me movieron a escribir", explica Gandolfo. El autor antes publicó los ensayos "De memoria. Un breve elogio" (UV, 2016), el dedicado a vivir "Artes menores" (Aguilar, 2006) y la antología de sus escritos en medios periodísticos "A baja voz" (Universitaria, 1999).
Arqueología literaria
Entre la gran cantidad de referentes culturales a los que se acerca "Alguna luz para este pueblo", hay dos fundamentales, que justamente se reúnen en la icónica fotografía -reproducida en el libro- que reúne a la cantante Violeta Parra y al poeta Pablo de Rokha, donde ella se apoya en su hombro, en una de las imágenes más tiernas, por la expresión de sus rostros, de aquellos artistas feroces.
Sobre la presencia del poeta en su libro, detalla que fue una "lectura específica. Escogí releer su autobiografía 'El amigo piedra'. Su lectura me iba haciendo patiperrear mucho, hasta la frontera del río Mataquito". Gandolfo analizó los desplazamientos territoriales de Pablo de Rokha: "Une el Maule norte con el Maule central". Sobre Violeta Parra, explica que "su influencia campesina viene por el lado materno, mientras que del lado paterno recibe otra influencia". Así escribe de ella: "Violeta Parra no era una campesina, aunque sí lo fue su abuela materna y pasó largos períodos, sobre todo de niña, en el campo con esta. Su madre, además de modista y tejedora, era cantora campesina. Su formación estuvo bajo la influencia de su abuelo paterno, la tutela de su padre y el pasaje por la escuela, todo lo cual la dotó de un idioma ilustrado y urbano, pero el mundo campesino y su forma de hablar y de ver las cosas fue un imán irresistible; lo estudió, registró y a la hora de contar su vida, al definir la voz del narrador de su autobiografía, en un gesto de acercamiento e integración, elabora una voz campesina para hablar de sí misma".
Más allá de los anteriormente mencionados, Gandolfo describe "haber revisado desde 'Zurzulita', de Mariano Latorre, hasta 'Ramal'" de Cynthia Rimsky por su relación con el paisaje". Complementamos su arco de nombres, porque es una verdadera arqueología literaria maulina la que realizó, con otros como Jorge González Bastías, Federico Gana, Winétt de Rokha, Efraín Barquero, Óscar Bustamante Urcelay y Guillermo Blanco, entre los que destaca José Donoso y su inquietante "El lugar sin límites".
En su búsqueda, Gandolfo reconoce como forma de expresión campesina "la lira popular", aquella hoja con ilustraciones y versos sobre la actualidad, previa a la literatura chilena moderna. Escribe así de ella: "La Lira Popular está formada por un conjunto variopinto de textos acompañados con imágenes que, inequívocamente, en sus formas primarias, tienen su origen, pues, en un canto oral anterior de origen campesino". El canto a lo divino también es ensayado por Gandolfo, que logra reunir distintas expresiones culturales arraigadas en el campo.
Una pregunta que resulta relevante tras leer este ensayo es sobre la existencia misma del huaso. Gandolfo la considera "una invención tan potente, aunque se enojen las asociaciones de huasos. Yo los veo todavía pasar a caballo", concluye, desde Colín, donde vive y no se mueve desde el año 2008.
"Alguna luz para este pueblo"
"Pedro Gandolfo Ediciones UCM 281 páginas $ 10.000