El fin del voto voluntario
Esta semana la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó el regreso del voto obligatorio por 124 votos a favor, 6 en contra (independientes y el diputado Gonzalo Winter) y 3 abstenciones de los diputados del Partido Liberal. El proyecto consistió en una reforma a la Constitución vigente que establece, donde decía que el sufragio era voluntario, que "en las votaciones populares, el sufragio será personal, igualitario y secreto". Un párrafo posterior consagra que "el sufragio será obligatorio para los electores en todas las elecciones y plebiscitos salvo en las elecciones primarias. Una ley orgánica constitucional fijará las multas o sanciones que se aplicarán por el incumplimiento de este deber, los electores que estarán exentos de ellas y el procedimiento para su determinación".
De esta manera, la iniciativa legislativa queda lista para ser promulgada. Sin embargo, queda pendiente la tramitación de dicha ley orgánica constitucional mediante la cual se deben establecer las sanciones para quienes no acudan a sufragar. Este proyecto que permanece en la Comisión de Constitución del Senado, está a la espera de indicaciones del Ejecutivo.
Así, casi diez años pasaron desde que se iniciara la Ley de Inscripción Automática y Voto Voluntario en nuestro país, lo que estableció que la participación ciudadana fue esencialmente un derecho, más que una obligación. Sin embargo, con el pasar de los años la ciudadanía en general, lejos de manifestar su interés en participar en los procesos, se fue alejando paulatinamente de las urnas.
Es en ese contexto en que el plebiscito de salida del 4 de septiembre, fue la más clara evidencia de lo necesario que se hacía un cambio de legislación para poder garantizar una mayor participación en las unas, luego de la masiva concurrencia a las urnas. Este hecho fue valorado transversalmente debido a la legitimidad que este nivel de votación daba a los resultados.
Hay derechos que la ciudadanía conoce muy bien y que sabe aprovechar, pero hay otros que simplemente no se consideraron ni asumieron con la propiedad y la importancia que revestían.
"La escasa participación electoral levantó el regreso del voto obligatorio, que está listo para ser ley.