Bienvenidos al presente de la desalinización
"Ya somos varios en el norte de Chile que, ante la escasez hídrica y cambio climático, estamos mirando hacia el mar como la fuente más confiable y segura para garantizar el derecho humano al agua y sustentar el crecimiento natural de las ciudades".
Christian Barahona, - Gerente regional de Aguas del Altiplano
Recientemente se celebró la sexta ampliación de la planta desalinizadora de Antofagasta, la que permitirá cubrir en un cien por ciento la demanda de agua potable en dicha comuna. Este paso nos muestra la importancia que tiene la tecnología para nuestro diario vivir, la que se pone al servicio de las personas y el desarrollo de las regiones y sus comunidades beneficiadas.
Tener operando plantas desalinizadoras en medio del desierto más árido del mundo es un tremendo desafío y, a su vez, una gran tranquilidad para asegurar la vida y el desarrollo sostenible de las ciudades. A Antofagasta, se une la planta desalinizadora de Caldera, la primera y más grande orientada para el consumo humano en la Región de Atacama.
Así, ya somos varios en el norte de Chile que, ante la escasez hídrica y cambio climático, estamos mirando hacia el mar como la fuente más confiable y segura para garantizar el derecho humano al agua y sustentar el crecimiento natural de las ciudades.
Comparto la mirada de que la desalinización es el presente y futuro y que no nace hoy. Efectivamente, se pensó en el siglo pasado, antes de la masificación del concepto de la crisis climática y la gran megasequía que ha afectado al centro norte de Chile por más de 12 años. La demanda futura del agua no disminuirá, el cambio climático llegó para quedarse y la escasez hídrica progresará. Por eso, tenemos que anticiparnos con urgencia ante estos escenarios si queremos potenciar aún más el desarrollo regional, demográfico y productivo en nuestra Región de Arica y Parinacota.
Ya es un diagnóstico compartido y conocido, la insuficiente disponibilidad de aguas continentales para seguir abasteciendo en forma segura y sin racionamiento a la ciudad de Arica. Por eso, queremos que se conozca de cerca todo el proceso de desalinización, que por lejos ha demostrado ser el más adecuado, confiable, sostenible y conveniente.
En simple: la desalinización implica extraer agua desde el mar, filtrarla, luego separarla de las sales minerales, para posteriormente tratarla y hacerla potable y apta para distribuirla para su consumo. Las diferentes etapas son evaluadas y monitoreadas en forma continua para cumplir con los altos estándares de calidad y los estudios previos que se requieran para proteger el medioambiente y el entorno comunitario.
El crecimiento y el progreso de Arica van de la mano con el suministro 24/7 de este elemento vital para la vida de nuestras ciudades respaldado con sistemas resilientes. Por eso, además de cuidar todos juntos este escaso recurso que es el agua mediante un consumo responsable, compartimos nuestro compromiso de proponer soluciones que nos permitan contar prontamente con una fuente confiable y segura para garantizar el suministro.
Los que vivimos diariamente las consecuencias del cambio climático y de la escasez hídrica nos alegramos que Antofagasta cuente hoy con la planta desalinizadora para producir agua potable con mayor capacidad de toda América Latina, en medio del desierto más árido del mundo.
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