Azapa recordó a sus difuntos con música, flores y comida
Tras dos años de pandemia, familias volvieron a San Miguel con ofrendas, parrilladas y musica en vivo.
Después de dos años de pandemia, la música, las ofrendas, el picante y las parrilladas volvieron al cementerio San Miguel de Azapa, donde las bandas de bronces, lakitas y hasta un arpero solitario tocaron su mejor repertorio a pedido de los deudos.
"Con la pandemia estábamos muy restringidos, pero hoy en día nos sentimos bien, todo ha sido muy bonito, volver a reencontrarnos con la gente. Suma Warmi parte por querer acercarnos y tener contacto con nuestras tradiciones. Por eso agradecemos al público, amigos y familiares que nos acompañaron estos 10 años", contó Lluvia Sánchez, de Lakitas Suma Warmi, agrupación femenina que interpreta waynos, cumbias, taquirari, tinkus, morenada, valses y otros
Cada 1 de noviembre, las familias que visitan el camposanto de San Miguel de Azapa preparan mesas de ofrendas para honrar a sus difuntos, con "tanta wawa", dulces, bebidas, frutas y comida. En cambio otros preparan asados para pasar la tarde recordando a sus seres queridos.
"Hoy estoy recordando a mi marido que falleció hace 1 año y un poco más. Es uno de los tantos fallecidos por el covid-19. Estuvo toda la familia infectada, yo estaba grave en el hospital y mi esposo en casa, pero empeoró y no pudo recuperarse. Y a raíz de eso lo recordamos, porque era muy de compartir y seguir las tradiciones, que a veces se pierden con los años. Así que cada año realizamos una mesa y a mediodía lo esperamos con todos sus platos preferidos y el pan que mandamos a hacer. La tradición dice que el alma viene a visitarnos, por eso recordamos con las personas que lo vienen a visitar", comentó Miriam Ayca Mamani.
Por su parte, Angie Hidalgo, explicó que como familia están recordando a su abuela y sus tíos.
"La tradición de mi abuelita Eulalia era venir al cementerio, pero cuando falleció mi tío David, empezamos a venir todos los años. Pero el día anterior hicimos una mesita en casa, recordando a nuestros santos y preparamos la comida que le gustaba. Y los días 1 la familia se reúne y almuerza en el cementerio".
En la pandemia, la familia siguió realizando la mesa de ofrenda, pero en casa. Hoy con más libertades sanitarias, ya pueden compartir cerca de sus seres queridos.