Editorial
Vida, muerte y recuerdos
Hoy se vive una jornada de especial recogimiento y reflexión. Cada 1 de noviembre, los cementerios reciben a miles de deudos que recuerdan a sus seres queridos. Si bien el recuerdo es algo que permanece, en este el visitar una tumba crea un lazo y una cercanía distintos entre quienes sobreviven y quienes ya partieron. El recuerdo y las vivencias se sienten más cerca.
Es en este contexto en el que se aprecian características a veces tan escondidas de los cementerios, recintos tan comunes en todas las ciudades, y al mismo tiempo, generalmente tan ignorados. Puede que sea la misma resistencia a la muerte la que haga que por lo general, los camposantos no sean precisamente los lugares más visitados como ocurre en días como el de hoy.
Sin embargo, los cementerios tienen algo muy especial. Más allá del concepto que cada persona tenga de la muerte, cada cementerio es un testigo mudo de la historia y de las personas, especialmente en cada ciudad.
Son uno de los lugares que logra permanecer con menores alteraciones ante el paso de la historia y por lo general, sólo los elementos los intervienen. Desde aquel ciudadano anónimo, pasando por personajes de distinto ámbito, familias grandes e influyentes y así, los personajes que han marcado de una u otra forma a una comunidad.
En este sentido, es evidente que también merecen un homenaje quienes se encargan de que estos recintos se encuentren en buenas condiciones, para que los visitantes encuentren en ellos paz y recuerdos, no una sensación de abandono. Lo mismo en el caso de quienes tienen familiares y seres queridos durmiendo el sueño eterno en estas dependencias, y se preocupan de mantener las tumbas.
Y finalmente en otra dimensión están lo que los cementerios inspiran. Pocas veces se reúnen la vida y la muerte, cara a cara, el presente y los recuerdos ante los ojos y la mente para hacernos reflexionar, idealmente, en la vida que vivimos. Porque llegará el momento en que todos estarán ocupando aquellos lugares que son tan ampliamente visitados cada 1 de noviembre.
"El 1 de noviembre invita a pensar y reflexionar en aquellos lugares muchas veces ignorados de las ciudades".