El temor por la delincuencia se dispara a un nivel histórico
Estudio de Paz Ciudadana reveló alta sensación de inseguridad, pese a victimización en niveles más en 20 años. Lo atribuyen a hechos más violentos. Ministra Tohá defendió uso de la fuerza policial.
Diego Gotelli C.
Más de la mitad de los chilenos suele tener un constante temor de ser víctima de algún delito cuando sale de su casa a trabajar y cuando retorna a su hogar al anochecer. Así lo reveló un estudio de la fundación Paz Ciudadana, que detectó un alza histórica en la sensación de inseguridad.
La medición, que hace dos décadas da cuenta de los índices delictuales del país, entregó ayer los resultados de la encuesta aplicada a 1.831 familias entre septiembre y octubre de este año. Entre sus resultados más relevantes destacó que el 28% de los consultados señaló sentir un temor "alto" de ser afectado por la delincuencia, la cifra más alta desde que se comenzó a aplicar el estudio en el año 2000.
El informe detalló que la sensación de inseguridad creció casi 8 puntos porcentuales en un año, el mayor incremento histórico del índice, cuyo récord hasta ahora se situaba en un 21,1% detectado en el año 2015.
El mayor temor conllevó a que aumentaran las familias que optaron por dejar de ir a ciertos lugares, decisión que un 75% de los consultados dijo haber tomado para evitar ser víctima de la delincuencia. Un 71% además ha dejado de salir a ciertas horas y un 73% ha dejado de usar artículos de valor en público.
"Estamos viviendo en un país extremadamente atemorizado", afirmó el director ejecutivo de la fundación, Daniel Johnson, quien destacó que la mayoría de los encuestados se siente más inseguro en lugares públicos como paraderos de micros y plazas, mientras que los más altos indicadores de seguridad se dan dentro de su vivienda.
Sin embargo, una evolución diferente al del temor se dio en los indicadores relacionados a los delitos concretados, donde también se detectó un aumento pero mucho menor, pasando de 31,6% el año pasado a 32,7% este 2022 la cifra de hogares en los que alguno de sus miembros ha sido víctima de la robo efectivo o frustrado en los últimos seis meses. De acuerdo al estudio, esta leve alza no llega a ser estadísticamente significativa.
El indicador de victimización es el tercero más bajo desde el año 2001, solo superado por las menores cifras del 2020 y 2021 cuando el índice delictual se desplomó.
Para Johnson, esta dicotomía está vinculada principalmente a un aumento de los delitos más violentos, como homicidios y violaciones, que están fuera de las consultas del estudio y que empeoran la sensación de temor, así como también un agravamiento de los robos, que sí son medidos.
Además, cree que influyen los mayores registros que hay de delitos habituales debido a la masividad de las cámaras; y la influencia que tendrían en la sensación de inseguridad las redes sociales y las campañas políticas.
"El nivel de temor está afectado por múltiples factores", comentó.
Para los consultados, las instituciones peor evaluadas por su trabajo en seguridad son el Gobierno (con nota promedio 3,3), los jueces (3,0), la Defensoría Penal Pública y la Fiscalía (2,8) y los senadores y diputados (2,4).
En la jornada la vocera de La Moneda, Camila Vallejo, reiteró el llamado a acordar un "esfuerzo transversal" para avanzar en la materia, con medidas que incluyan aspectos punitivos, de prevención y reinserción.
"Tenemos distintos problemas. Creo que uno no puede pretender nunca tener una bala de plata, porque no somos superhéroes tampoco, esto no es Marvel", dijo en CHV.
Respaldo a policías
El estudio también detectó una baja en las personas que denuncian haber sido víctimas de la delincuencia, las que disminuyeron en un año de 58,6% a un 52,4%.
Asimismo, por primera vez en cinco años aumentó la satisfacción con la actuación de Carabineros tras una denuncia, institución que subió su respaldo a sus niveles previos al estallido social. Si el año pasado un 64% de consultados confiaba en la policía uniformada, hoy la cifra subió a un 75%.
El apoyo ciudadano llega en semanas en que diversos carabineros han sido atacados por delincuentes y en que se ha reactivado el debate por el uso de la fuerza policial para enfrentarlos, luego que el sábado un uniformada baleara en la pierna a un sospechoso que amenazó con lanzarle un trozo de concreto.
El debate fue abordado ayer por la ministra del Interior, Carolina Tohá, quien en radio Duna remarcó que el uso legítimo de la fuerza permite a los carabineros usar sus armas de ser necesario.
"Que un policía le dispare a un criminal o le pegue un palo a alguien que está imposible de ser detenido no es violar los derechos humanos", señaló. Precisó que estas últimas vulneraciones se dan cuando se sobrepasa la "proporcionalidad" en el empleo de la fuerza, "como pasó muchas veces en el estallido, que personas salieron tranquilas a manifestarse y terminaron con un ojo menos".
Sus palabras fueron valoradas por la oposición, desde donde habían surgido ideas de eliminar la proporcionalidad en el uso de la fuerza policial ante la reiteración de ataques a uniformados.
"Me alegro de ese baño de sensatez que la ministra le está imprimiendo al Gobierno", señaló el diputado Andrés Longton, jefe de bancada RN. "Por primera vez, desde marzo, una autoridad de Gobierno habla desde el sentido común, habilitando a las policías al uso legítimo, racional y proporcional de la fuerza. Esperamos que esa posición se imponga dentro del Gobierno", añadió el diputado UDI Juan Antonio Coloma.
97% de las personas afirma que ha tomado medidas preventivas para evitar ser víctima de delitos.