Diógenes Digital: sepa cuándo acumular archivos es un problema
Estudio reveló que más del 70% de las personas de entre 25 y 50 años no recuerda haber borrado archivos antiguos en el último mes. Experta explica cómo evitar la acumulación.
Ignacio Silva
Por su trabajo como relacionador público, Luis (28) dice que recibe una cantidad de mails mayor a lo común en su casilla de correo electrónico. Pero fue recién cuando su cuenta se quedó sin espacio que se percató de un hábito que venía llevando hace años.
"No había borrado un mail en mucho tiempo. Y no era por descuidado ni porque no los hubiera visto. En realidad sentía que en algún momento los podría necesitar", explica el profesional.
Aunque él no tiene un diagnóstico, puede que su situación sea una señal del Síndrome de Diógenes Digital, una patología que comparte varias características con el Síndrome del Mal de Diógenes acuñado por primera vez por MacMillan en 1966, luego de observar un patrón de conducta en personas que vivían en sus casas con grandes cantidades basura.
"El Síndrome de Diógenes Digital es un fenómeno parecido al síndrome común, solo que en lugar de acumular objetos, se acumula información en forma de archivos digitales. De la misma manera que en el común, los que lo sufren sienten que no pueden desprenderse de esos archivos porque algún día les harán falta, aunque casi nunca es así, o porque establecen algún tipo de vinculación emocional con el contenido", explica Bethlem Boronat, Directora del Máster en Customer Experience & Innovation de la EAE Business School.
Según explica la especialista, existen algunas claves para diferenciar entre una persona que padece el síndrome y la que no. "Los que sufren el Síndrome de Diógenes Digital nunca clasifican ni ordenan nada, sólo acumulan de forma compulsiva por miedo a perder el contenido. Cuando temes perder un archivo de forma "sana" es porque sabes con seguridad que lo vas a necesitar, en cambio el Diógenes digital no lo sabe, simplemente acumula", apunta Boronat. "Por ejemplo, no sería lo mismo acumular archivos que nos pueden hacer falta en un trabajo o una investigación y luego olvidar borrarlos, que acumular memes graciosos o fotos borrosas "por si algún día las uso"".
Aunque no hay cifras claras que permitan establecer qué tan común es este cuadro, un estudio del instituto de Marketing digital TEKDI reveló que en 2021 más del 70% de las personas de entre 25 y 50 años de edad no recordaba haber borrado archivos antiguos en el último mes, mientras que a nueve de cada 10 les costaba diferenciar lo que querían conservar de lo que no necesitaban en teléfonos móviles.
"Efectivamente, en mayor o menor medida, casi todos lo sufrimos porque a diferencia del Diógenes convencional, no vemos aquello que acumulamos. No tenemos la casa llena de cachivaches, sino que está todo en la nube, que es un concepto etéreo, aunque realmente sean servidores físicos que cada vez están más llenos de información inútil", comenta la especialista. "Y de hecho, cada vez compramos dispositivos de mayor capacidad porque no somos capaces de desprendernos de archivos. Es como si en el síndrome convencional, cada vez que se nos llenara una casa, compráramos otra más grande, sin vaciar la primera. Es insostenible".
Sentido común
Además de tener efectos negativos desde el punto de vista de la salud mental, el Síndrome de Diógenes Digital conlleva efectos medioambientales.
"Más allá de la salud, el mayor problema es que todos esos Memes, esos archivos que vamos dejando en la nube no están en ninguna parte, sino que están en servidores que para mantener esos archivos a disposición consumen enormes cantidades de espacio y energía, con el impacto ambiental que tiene eso", apunta Bethlem Boronat.
Para la experta, la principal herramienta para combatir este problema no es otra que "el sentido común".
"Los chistes, los memes y las cadenas de mensajes seguro que están en algún sitio en internet y si las buscas, los encuentras. ¿Así que, para qué guardarlos?", comenta.
¿Recomendaciones? "Periódicamente revisa tu correo, borra todo aquello que no has consultado en el último año. Si crees que algo es realmente importante, archívalo y clasifícalo. Eso da trabajo y al final, verás que solo dedicarás ese esfuerzo a lo que realmente te parezca importante. Usa servicios para vaciar tu correo de newsletters y correos publicitarios que una vez solicitaste, pero ya no te interesan", dice Boronat.