Editorial
Medidas, no diagnósticos
Este fin de semana, el tema de los problemas en el centro de dos ciudades del norte acaparó espacios en un noticiero de televisión, que difundió en su espacio central, a nivel nacional, un reportaje respecto a la situación que viven Arica e Iquique.
El reporte mostraba los efectos que ha tenido especialmente en el centro de ambas ciudades, el aumento de la delincuencia. Es un tema que en estas páginas ya ha sido expuesto, especialmente debido a los casos, los hechos y las denuncias que han motivado cambios profundos en la dinámica de vida y funcionamiento de sectores que en su momento fueron claves para la vida económica y social particularmente de nuestra ciudad, Arica.
Es un hecho ya reconocido que el centro de Arica ya no es el mismo desde el estallido social, como incluso se comentó en este reportaje. Lamentablemente, es una realidad que reconocen los comerciantes, quienes durante la segunda mitad del año 2019, tuvieron que comenzar a cerrar y "encerrar" de manera forzada sus locales, ante la violencia de la que algunos fueron objeto.
Luego, con la pandemia, no sólo la actividad comercial en el centro se vio afectada, debido a las medidas de confinamiento. Lo mismo pasó con otros rubros, como por ejemplo, el turismo. Sin embargo, hay áreas productivas y de la economía que se fueron recuperando de manera mucho más expedita.
El comercio en el centro de la ciudad tuvo que enfrentar problemas como el aumento de la actividad informal y ahora, la delincuencia, que es una realidad que incluso, hasta ha motivado pronunciamientos y manifestaciones de parte de locatarios, particularmente en el paseo 21 de Mayo. Y es que lamentablemente, el centro de Arica no es ni la sombra de lo que era, como un punto referencial de la actividad turística y comercial.
Hoy es necesario que se tomen medidas efectivas y concretas. Los diagnósticos sobran, lo que faltan son remedios. La ciudadanía necesita recuperar el centro de la ciudad, restarle espacio a la inseguridad y la delincuencia, no sólo con medidas disuasivas, sino que con aciones distintas y concretas.
"El centro de Arica ya no resiste más de lo mismo, si de erradicar la delincuencia se trata".