Temporales de julio triplican comunas con superávit y dejan leve alza en embalses
Lluvias subieron los indicadores, pero tuvieron un menor impacto en la acumulación de agua. Experto dice que persiste el riesgo de racionamiento.
Diego Gotelli C.
Desde el año 2006, hace casi dos décadas, que la Región Metropolitana no registraba un julio tan lluvioso como el que acaba de culminar. En el último mes la capital cerró con cerca de 70 milímetros de agua caída, obra del paso de temporales que mitigaron los alcances de la sequía en parte importante del país.
De acuerdo al último balance hídrico del mes hecho por la Dirección General de Aguas (DGA), 31 de las 81 comunas que el organismo monitorea acabaron julio con un superávit de precipitaciones respecto a su promedio histórico. La cifra triplica lo que había en junio, cuando solo 11 localidades estaban en números azules.
El estudio detalla además que en comparación del 2021 la mayoría de los sectores analizados en la Macrozona Norte están con indicadores positivos en cantidad de agua caída, algo que también se hizo extensivo a la Macrozona Sur, donde subió de 5 a 13 las estaciones que presentan superávit. Entre estas están Mulchén (17% sobre su promedio), Cañete (8%) y Los Ángeles (8%) del Biobío; Angol (45%), Lonquimay (40%) y Temuco (11%) de La Araucanía; y Hualaihué (55%) en Los Lagos.
En la zona central, en tanto, casi todas siguen con déficit de lluvias, aunque con mejores indicadores que el año pasado. En Santiago la brecha se redujo a un -44%, en Rancagua a un -33%, y en Valparaíso a un -27%.
Un escenario similar se registró en la acumulación de agua en los embalses, que durante julio se beneficiaron de las lluvias para subir sus registros, pero sin lograr revertir del todo sus magras cifras.
De acuerdo al informe, a la fecha en los depósitos se han almacenado 4.547 millones de metros cúbicos de agua, que es un 24% más que el año pasado y un 23% por debajo del promedio histórico (en junio el déficit era del 27%).
"No hemos podido aún revertir el déficit hídrico de más de una década", advertía hace unos días el ministro de Obras Públicas, Juan Carlos García.
Al analizar en detalle cada uno de los 25 embalses que se monitorean en nueve regiones del país, solo cuatro de ellos se encuentran a un 80% o más de su capacidad, ubicados en las regiones de O'Higgins, Maule y dos en el Biobío, mientras que El Yeso, que opera en la Metropolitana, está al 70% de capacidad.
En contraparte, en julio se redujeron de diez a nueve los embalses con cifras críticas, cuyo volumen actual es menor al 20% de su capacidad.
"Estos sistemas frontales que llegaron en julio fueron una singularidad climática, es decir, hubo fenómenos extremos que ocurren en uno o dos días y que es típico del cambio clímatico, pero que no perdura en el tiempo como ocurría en el siglo XX, cuando las lluvias duraban siete días con temporales", recuerda el agroclimatólogo de la Universidad de Talca Patricio González, quien señala que este tipo de eventos climáticos "no deja una 'lluvia efectiva', que es la que va directamente a los embalses".
El experto detalla que incluso la inusual nieve que cayó en varias ciudades cubriendo de blanco el país en un hecho que fue destacado por la NASA, también tendría un menor impacto en la acumulación de cara a la primavera, pues nevó en sectores donde las temperaturas no permitirán que se mantenga el hielo.
"Lalínea de nieve es tan baja que mucha de ella se va a derretir rápidamente y solamente va a quedar aquella que esté sobre los mil metros (sobre el nivel del mar). Vemos una imagen satelital con nieve incluso cercana a la costa, pero eso ya no existe, se ha ido derritiendo", enfatiza.
Con todo, el especialista señala que el riesgo de racionamiento no ha variado, manteniéndose latente para este año en sectores de la capital, y para el próximo también en Valparaíso y Coquimbo.
9 embalses del país siguen con cifras críticas, al tener lleno menos del 20% de su capacidad.