Solamente un 38% de las parejas están alineadas en cuanto a creencias climáticas
Desde Yale descubrieron que una persona puede influir en lo que piensa y hace su par romántico respecto de este tema. Los diálogos íntimos serían más efectivos que los comunicadores.
N.E.
Una pareja romántica tiene el potencial de cambiar el punto de vista de su ser amado respecto del cambio climático e impulsarlo a actuar para hacerle frente. ¿Cómo? Sólo con conversación.
Esto descubrió un equipo de investigadores dirigido por el Programa de Comunicación sobre el Cambio Climático de la Escuela de Medio Ambiente de la Universidad de Yale (EE.UU.), tras encuestar a 758 parejas románticas para determinar hasta qué punto entendían las ideas del otro sobre el cambio climático y el grado en que los compañeros estaban alineados con las creencias y comportamientos sobre dicho fenómeno.
"Queríamos ver si es posible que las parejas aumenten el apoyo a las políticas y comportamientos a favor del clima a través de más conversaciones sobre el cambio climático", dijo Matthew Goldberg, autor principal del estudio publicado en el Journal of Environmental Psychology.
El equipo hizo preguntas a cada persona sobre el tema, incluso si estaban preocupados por el cambio climático, si donaban a organizaciones climáticas y si publicaban sobre el tema en redes sociales. También se les pidió predecir lo que respondería su pareja.
Los resultados revelaron que, si bien muchos socios exhibieron creencias y comportamientos similares, también hubo muchas discrepancias. Sólo se encontró un 38% de alineación entre los enamorados en sus creencias climáticas y sólo un 31% de alineación en los comportamientos climáticos. El estudio también encontró que los socios que discuten el cambio climático tenían una percepción más precisa de las creencias del otro.
Esto sugiere que existe una oportunidad para que los socios se influyan mutuamente a través de más conversaciones sobre el cambio climático.
Preocupación dispar
Si bien hubo muy pocos casos de parejas con puntos de vista opuestos, más de un tercio incluían a un miembro cuyas creencias se clasificaron como "alarmadas", mientras que el otro estaba menos comprometido o preocupado.
Esta disparidad es exactamente el tipo de situación en la que existe la oportunidad de cambiar la aguja de las creencias y comportamientos sobre el cambio climático, sostuvo Goldberg.
"La comunicación masiva podría no ser la forma más efectiva de cambiar el apoyo público al cambio climático", añadió. "Una persona conoce a su pareja infinitamente mejor que un comunicador desconocido, y sabe cómo aprovechar los problemas que le preocupan a su socio para involucrarlos en la acción sobre el cambio climático".
Anthony Leiserowitz, coautor del informe, aclaró que hablar sobre el cambio climático no reemplaza la acción, pero puede crear conciencia.
"Las personas que están muy preocupadas por el cambio climático probablemente tienen cercanos que aún no se han involucrado en el tema. Las conversaciones sobre el clima pueden comenzar en casa, con sus seres queridos", dijo Leiserowitz.
Goldberg aseguró que sus hallazgos podrían aplicarse a todo tipo de relaciones y destacó: "Muchos están preocupados por el cambio climático, pero no lo dicen. Hablar puede alinear a más gente y elevar el compromiso".