Editorial
Día de la Tierra
EEl 22 de abril de 2009, la Organización de Naciones Unidas (ONU) determinó que se establecía el Día de la Tierra, siguiendo así una iniciativa que naciera en 1970 de la mano del senador estadounidense Gaylord Nelson. Fue él quien organizó el primer Día de la Tierra a nivel estudiantil, principalmente con las universidades.
De esta manera, los esfuerzos que nacieron mediante manifestaciones localizadas, terminaron por convertirse por un movimiento que busca sensibilizar a la población mundial respecto del impacto que los mismos seres humanos están provocando en este hogar, el único, que tenemos en el universo.
Esta reflexión es muy importante. Hasta el momento, todos los esfuerzos que ha hecho la humanidad por encontrar un planeta que remotamente se parezca a la Tierra, pensando incluso en un lugar alternativo donde vivir, no han sido del todo satisfactorios.
Este planeta, la Tierra, es el único lugar que tenemos para vivir, en medio de un espacio inconmensurable de miles de trillones de estrellas y sistemas. Esta esfera azul que cuelga en el espacio es única, tiene la capacidad de ser autosustentable, puede renovarse, contiene los ciclos vitales para la vida de plantas, animales y seres humanos y además, nos protege de la hostilidad del entorno, del mismo espacio.
Sin embargo, a pesar de que es una verdadera burbuja que nos mantiene vivos, el ser humano poco está haciendo por mantenerla. El llamado sobregiro ambiental cada año se adelanta más y no sólo estamos ensuciando, sino que también destruyendo este hogar.
Hoy es clave que la sociedad mundial cambie su modo de vida para hacer que este hogar siga sustentándonos. Este año, el Día de la Tierra invita a invertir en nuestro planeta, no sólo en el "desarrollo", en la economía, en la explotación.
El invertir de manera efectiva en la educación, prevención y reparación ambiental, es sólo un paso para que también exista un cambio en el paradigma respecto de cómo se desarrolla la actividad humana en el planeta. Es un desafío urgente que tenemos, porque el tiempo para salvar nuestro hogar en el universo, se está acabando.
"Es urgente invertir en nuestro planeta, antes que sea demasiado tarde para salvar éste, nuestro único hogar".