Científico plantea que los hongos mantienen comunicación entre sí
Investigador inglés analizó los impulsos eléctricos emitidos por cuatro especies: hay patrones similares a los del habla.
Rodrigo Castillo
Los hongos no dejan de sorprender. De acuerdo a una investigación realizada en Inglaterra, algunos de esos vegetales parásitos serían capaces de emitir impulsos eléctricos que les permiten comunicarse entre sí. Lo más asombroso es que esas transmisiones presentan patrones estructurales no muy distintos de los que se encuentran en el habla humana.
De acuerdo a un informe publicado esta semana por la revista "Royal Society Open Science", el profesor Andrew Adamatzky, de Bristol, logró determinar que ciertas variedades de callampas silvestres transmiten golpes eléctricos con los que logran recoger e intercambiar información útil relacionada con temas como alimentación y seguridad. Al estudiar este flujo comunicacional, el investigador logró identificar ciertos motivos recurrentes que funcionarían como "palabras" de un vocabulario que, en algunos casos, llega a ser bastante rico.
Trabajos realizados con anterioridad han sugerido que las setas logran arrojar impulsos eléctricos a voluntad, utilizando un conjunto de largos filamentos que ellas mismas extienden bajo tierra. Estas redes, según se ha explicado, ejercerían sus funciones siguiendo una lógica parecida la de las células nerviosas que transmiten información dentro del organismo humano.
Para realizar sus indagaciones, Adamatzky insertó diminutos microelectrodos en porciones de tierra que ya estaban invadidas por los filamentos comunicacionales de cuatro especies: Omphalotus nidiformis; Flammulina velutipes; Schizophyllum commune y Cordyceps militaris. Gracias a esos dispositivos, reunió suficientes registros que luego procesó en su laboratorio informático ubicado en Bristol. De esa manera, obtuvo un análisis matemático de las descargas liberadas.
"No sabemos si existe una relación directa entre los patrones de estas emisiones vegetales y el habla humana. Es posible que no la haya, pero, por otra parte, hay muchas similitudes en las formas en que se procesa información en estos sustratos vivientes, y que en ese mundo se diferencian según clases, familias e especies. Resulta curioso", comentó el investigador al ser consultado por la prensa.
En el documento que escribió para "Royal Society Open Science", plantea que las descargas eléctricas emitidas por los hongos fueron catalogadas de acuerdo a su amplitud, para luego agruparlas en unidades equivalentes a palabras. Siguiendo esa lógica, él y su equipo fueron capaces de trazar un asombroso diagrama de la complejidad lingüística exhibida por los vegetales.
Vale recordar que las setas, al ser entes que se reproducen a través de esporas, y que además están desprovistos de clorofila, hojas o raíces, sin duda tienen una gran necesidad de entablar relaciones estratégicas con su entorno, para así garantizar su propia subsitencia. Como sus vidas, al mismo tiempo, transcurren en relación simbiótica con árboles cercanos y materias orgánicas en descomposición, el profesor Adamatzky opina que es probable que sus redes informativas se extiendan hasta las mismas raíces de los árboles a cuya sombra suelen brotar.
"Creemos que, si los golpes eléctricos de los hongos tienen realmente un valor comunicacional, su riqueza léxica sería equivalente a la de los idiomas humanos. De hecho, elaboramos un algoritmo para establecer jerarquías, identificando así a las especies que logran manifestar las 'frases' más elaboradas", informó el científico, quien también preciso que, en algunos casos, se han detectado hasta cincuenta "palabras" de uso común entre las especies analizadas.
El responsable de la investigación opina que lo más probable es que las callampas realicen todo este despliegue de intercambio de señales para mantener su propia integridad como unidades y como grupos. En ese sentido, sus emisiones cumplirían una función análoga a la de los aullidos de los lobos, que no son sino estrategias sonoras para proteger la integridad de la manada. También es posible, razona, que utilicen esas descargas para mantenerse al tanto de fuentes de alimentación y peligro que no son tan fácilmente perceptibles en todos los puntos de la red subterránea de filamentos.