Editorial
Otra realidad delictual
Los avances científicos y tecnológicos no necesariamente significan avances en lo humano y lo valórico. Nuestra sociedad se enfrenta a una encrucijada permanente, en donde el desarrollo de nuestro conocimiento y su aplicación, no se traduce, en realidad y en lo concreto, en una de la calidad de personas.
La detección de millonarios robos a través de la falsificación de páginas web bancarias, el robo de contraseñas y datos de sitios que incluso, se creían confiables, y la utilización de correos electrónicos para captar a usuarios incautos es una muestra de la capacidad que ha tenido el ser humano para aprovecharse de estas nuevas posibilidades tecnológicas, simplemente con la idea de aprovecharse de los demás, o derechamente delinquir.
El modo de operar de los delincuentes informáticos incluye el envío de correos electrónicos masivos con invitación a actualizar datos en supuestas páginas de bancos, sitios falsos que sirven para que los mismos remitentes recolecten los usuarios que eventualmente posean cuentas en las instituciones que son suplantadas.
Lamentablemente, la recopilación de esta información se logra a través de correos masivos, cadenas y redes sociales, que captan a usuarios poco precavidos, que de paso, también propagan estas trampas. En otras palabras, cada persona puede potencialmente, facilitar el trabajo a estos piratas informáticos.
Es por eso que el vertiginoso avance de la tecnología, que inevitablemente arrastra cada uno de nosotros en este curso, exige también nuevas maneras de estar atentos a la actuación de delincuentes muy especiales, tanto que ahora se pueden esconder en cualquier parte del mundo.
Hoy se hace indispensable contar con la información para poder estar atentos a este tipo de ataques. La acción de ladrones a través de falsas páginas de bancos no es nueva, es ampliamente conocida y hasta los bancos han advertido sobre este fraude. Y este hecho también obliga a actualizar la legislación, la persecución y las sanciones de quienes además, se aprovechan de los vacíos y las leyes que no atienden esta realidad delictual.
"La informática y las redes se han convertido en una herramienta cada vez más usada por delincuentes".