Ucrania acusa intención de "destruir el mundo" tras ataque a central nuclear
Kiev culpó a rusos de bombardear la mayor planta europea, lo que negó Moscú. Crisis se controló sin fuga radioactiva.
Agencia EFE / Diego Gotelli
Horas de terror vivió Ucrania la noche del jueves cuando las autoridades confirmaron un incendio en la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de su tipo en Europa, cuya explosión según el gobierno podría ser diez veces más grande que la catástrofe ocurrida en 1986 en el cuarto reactor de la central de Chernóbil.
Kiev dijo que el siniestro fue causado por un ataque de Rusia que amenazó los seis reactores cargados con uranio de la planta ubicada al sureste del país.
El ministro de Energía ucraniano, Herman Galushchenko, denunció que las tropas rusas emplearon fuego de tanques, de artillería y cohetes contra la central, "a sabiendas de las consecuencias catastróficas de sus acciones".
"El agresor continúa asestando golpes demoledores a Ucrania. No lo detienen ni las miles de víctimas ni las tragedias. Ahora quieren destruir todo el mundo (...) Es una guerra de aniquilación, de aniquilación de la humanidad y de nuestro planeta. La seguridad nuclear no le preocupa al enemigo", acusó.
En el mismo tenor se manifestó el presidente Volodímir Zelenski, quien afirmó que Moscú recurrió al "terrorismo nuclear" para amenazar al continente con "un segundo Chernóbil o incluso algo peor".
Tras horas de expectación mundial los bomberos lograron sofocar el incendio, y las autoridades descartaron que hubiera alguna fuga radioactiva.
"Tuvimos suerte (...) Podría haber sido una situación dramática", dijo el director general de la agencia nuclear de la ONU, Rafael Grossi, quien afirmó que la "seguridad física" del planeta estuvo comprometida.
Desde las Naciones Unidas consideraron "altamente irresponsable" la ofensiva, mientras que Estados Unidos se sumó al calificativo de "crimen terrorista" en el ataque a la planta de Energodar.
En Moscú se desmarcaron del suceso. El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashénkov, aseguró que un "grupo de sabotaje ucraniano" atacó a las tropas moscovitas que controlan dicha ciudad,y que al ser repelidos por los militares habrían incendiado el edficio.
"Es un intento de acusar a Rusia de crear una fuente de contaminación radiactiva", dijo Konashénkov, quien aludió a un "plan criminal del régimen de Kiev".
Un millón de refugiados
Tras una semana de iniciada la invasión rusa, la ONU informó ayer que 331 civiles han fallecido y 675 han resultado heridos en Ucrania por los ataques, aunque Kiev ha cuantificado en más de 2 mil sus ciudadanos muertos.
Según el catastro de Naciones Unidas, que tienen observadores en el país, la mayoría de las víctimas murieron por explosivos, como bombardeos de artillería pesada, sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes y ataques aéreos y con misiles.
Un alto funcionario estadounidense de Defensa, que habló bajo condición de anonimato, informó a la prensa que Rusia ya ha lanzando unos 500 misiles sobre Ucrania desde que comenzó la invasión y que sus tropas se encuentran a 25 kilómetros de distancia de la capital del país, Kiev.
A causa de la guerra, más de 1,2 millones de personas ya han abandonado Ucrania. Unos 650 mil se fueron a Polonia, 145.000 a Hungría, 103.000 a Moldavia, 90.000 a Eslovaquia y 57.000 a Rumanía.
Entre quienes huyeron está Simón León, un chileno que junto a su esposa ucraniana y sus tres hijos pequeños ya están en un albergue facilitado por el consulado chileno tras cruzar la frontera.
El connacional contó en Mega que para huir debió abordar un tren colmado de personas y luego viajar en buses que no daban abasto para la cantidad de pasajeros que buscaban salir, pero que ellos tuvieron prioridad por andar con guaguas.
"En un momento me puse a llorar porque dije 'no tengo idea qué hacer'", contó ahora más tranquilo.
Debido al éxodo los países europeos están buscando adaptarse para poder recibir a los refugiados, mientras intentan mantenerse ajenos al conflicto bélico.
Este viernes la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) acordó que ningún avión aliado sobrevuele el espacio aéreo de Ucrania ni que entren allí sus tropas, con lo que descartaron así la posibilidad de que contribuyan a imponer una zona de exclusión aérea sobre el país, tras la petición formulada por Kiev en tal sentido.
La Alianza justificó que si accedieran a la solicitud de Ucrania "podría suponer la guerra en Europa".
"La nuestra es una alianza defensiva, no buscamos conflicto, pero si el conflicto viene a nosotros estamos preparados para ello y defenderemos cada centímetro del territorio de la OTAN", puntualizó el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken.
Temprano el Presidente ruso Vladimir Putin había asegurado no tener "malas intenciones" hacia sus países vecinos, pero les "aconsejó" no "escalar" la situación ni imponer restricciones, como han anunciado varias naciones europeas.
"Es una guerra de aniquilación de la humanidad y del planeta. La seguridad nuclear no le preocupa al enemigo (Rusia) ".
Herman Galushchenko, Ministro de Energía ucraniano