Nicolás Labra G.

En el Blackburn Rovers no quieren saber nada de la Selección Chilena. Y es que Tony Mowbray, el técnico del equipo donde se recupera Ben Brereton, tuvo una particular frase para describir la próxima visita del director deportivo Francis Cagigao y el técnico Martín Lasarte a las instalaciones de su club para monitorear la evolución del delantero.

"Una delegación de Chile llegará este lunes, desesperada para ver si está disponible para los partidos con Brasil y Uruguay", comentó el DT, visita que ya había confirmado Cagigao en una conferencia hace casi dos semanas.

Brereton estuvo una semana en Dubai haciendo trabajo especializado en un centro de rehabilitación para tratar la lesión en su tobillo que según el club le significó la rotura de algunos ligamentos de la articulación.

Es por eso que desde Blackburn ven su recuperación por dos carriles. En el primero, hay optimismo. "Con Ben todo es positivo de momento. Todas las señales apuntan muy bien a que volverá pronto", dijo ayer.

Pero por otro lado, pone paños fríos a los deseos de la Roja para considerarlo en los últimos dos partidos de Clasificatorias que se jugarán a fines de mes, el jueves 24 frente a Brasil en el Estadio Maracaná, y martes 29 cerrando ante Uruguay en San Carlos de Apoquindo.

"El departamento médico sugiere que eso no va a pasar (jugar a fin de mes), pero aún pareciera que no volverá mucho después de eso", aseveró Mowbray, que tuvo algunos cuestionamientos por la mala racha que sufrió el Blackburn en febrero, con tres derrotas, un triunfo y un empate en el Championship, donde marchan cuartos con 57 puntos en posición de acceder al playoff donde se definirá al último ascenso a la Premier League.

Brereton, en tanto, recién volverá a entrenar hoy o el lunes, con la intención de analizar si su físico responde de buena manera y puede estar en los dos encuentros definitorios para la Selección de cara a conseguir un cupo directo o en el mejor de los casos el repechaje rumbo al Mundial de Catar.

Sufriendo más de la cuenta ante la tenacidad del Rayo Vallecano, Manuel Pellegrini se anotó otro hito en su extensa carrera al guiar al Real Betis a la final de la Copa del Rey tras igualar en casa 1-1, con Claudio Bravo como titular, y sacar provecho del triunfo 2-1 como visita en Madrid en febrero. Será la primera definición en esta década para el club verdiblanco, que regresa a la instancia tras 17 años, después de ganar la final del 2005 ante Osasuna.

Para el técnico chileno es su primera definición en Copa desde el 2016, cuando ganó la Copa de la Liga con el Manchester City en Inglaterra. En el caso de Bravo, ganó con el Barcelona las Copas de 2015 y 2016, aunque en ambas fue suplente.

En la cancha del Benito Villamarín el Rayo impuso sus términos aunque sin concretar. Recién en el 80' justificó el dominio con un golazo de tiro libre del delantero portugués Bebé, inatajable pese a la estirada de Bravo.

Con la presión de igualar, y las piernas cansadas por ambos lados, el empate llegó al 92' con un pase largo de Bravo para Joaquín, quien habilitó a Sergio Canales. El tiro cruzado de este lo terminó de meter dentro Borja Iglesias, desatando la locura verdiblanca y de Pellegrini.