María José Collado Rojas

Ados años del estallido social del 18 de octubre, que concluyó con la conformación de la Convención Constituyente para la redacción de la nueva Constitución, en un proceso calificado como "histórico" los convencionales del Distrito 1, Pollyana Rivera, Carolina Videla, Jorge Abarca y el representante del pueblo aymara, Luis Jiménez, realizaron una reflexión respecto a la conmemoración de esta fecha.

"El 18 de octubre marca una fecha dolorosa para Chile, donde se desató un estallido de violencia inusitado en el país, tanto por su magnitud, como por los efectos que provocó en el alma nacional. Esta fecha no es para conmemorarla, sino que para recordarnos que como país debemos fortalecer el sistema democrático para resolver nuestras diferencias y los problemas que nos aquejan en distintos ámbito", señaló la convencional Pollyana Rivera.

Agregó que el proceso constituyente fue fruto del acuerdo que se alcanzó el 15 de noviembre de 2019, como la respuesta institucional "para alcanzar la paz y encauzar la violencia protagonizada por grupos minoritarios, pero que provocaron un tremendo daño a la convivencia nacional".

Respecto a los actuales desafíos de la convención, señaló que esta se creó para redactar la nuevaCarta Magna y esa es la tarea fundamental de los constituyentes. "Podemos escuchar a la ciudadanía, conocer sus inquietudes y anhelos para el futuro de Chile y lo estamos haciendo a través de audiencias y en nuestras semanas territoriales".

Movilizaciones históricas

Carolina Videla expresó que el estallido social del 2019 tuvo consecuencias que permitieron hoy estar en vías de tener una nueva Constitución. "Gracias a esas decididas, valientes e históricas movilizaciones es que hoy estamos viviendo este proceso constituyente".

Además mencionó que sin eso, sería imposible que actualmente un grupo de personas elegidas democráticamente estuvieran empezando a redactar el marco normativo del país. "Fue algo simbólico, y hoy reviste un hito histórico que a dos años de la revuelta social estemos listos y diSpuestos para comenzar a redactar el nuevo texto", sentenció.

Importancia de la participación

Por su parte, el representante del pueblo aymara, Luis Jiménez, comentó que el proceso constituyente que se abrió a raíz del estallido, puede servir para canalizar las demandas que surgieron del movimiento social, pero dependerá mucho de si la convención, junto a dirigentes y actores sociales puedan tener la posibilidad y el deseo de participar en la construcción de un nuevo país.

"Aprobamos varios mecanismos de participación, tanto popular como indígena. En la medida que esta participación sea efectiva podrán canalizarse las demandas a través de la convención. Es una tarea doble, por una parte, de nosotros de informar, y una responsabilidad de dirigentes, autoridades locales el poder apoyarnos en esta difusión y participación".

Precisó que la redacción de la nueva Carta Magan es un trabajo colectivo que requiere de organización y representación. "Si todos los actores trabajamos en conjunto, podremos dar el inicio de la solución a las demandas que surgieron a partir del 18 de octubre, y las que nacieron antes del estallido, como las del pueblo aymara que vienen de hace años".

Finalmente destacó que la Constitución no entregará soluciones inmediatas, sino que es el primer peldaño para alcanzar las metas requeridas.

Nueva mirada de estado

Para el constituyente Jorge Abarca, el estallido social dejó en evidencia a una sociedad molesta por la injusticia provocada por años de desigualdad. "Desde la convención hemos hecho los máximos esfuerzos por recoger el espíritu del nuevo Chile que entre todos debemos construir, especialmente en la etapa que comienza en la redacción es la oportunidad para ofrecer una nueva mirada de Estado".

En ese sentido, destacó la importancia de la participación democrática permanente, "que asegure los derechos humanos en igualdad, especialmente a la salud, educación, pensiones y tantas otras luchas que seguimos plasmando en cada letra del texto", concluyó.