Editorial
Tiempo de actuar
El mes de octubre, en términos sanitarios, también es recordado como el Mes para la Prevención del Ataque Cerebrovascular (ACV).
Se trata de un trastorno que en Chile se ha transformado en la segunda causa de muerte, después de las enfermedades cardíacas, y la primera responsable de invalidez en los adultos mayores de 65 años.
Estadísticamente, uno de cada seis chilenos y chilenas, principalmente mayores, se ven afectadas o afectados alguna vez por un ACV. Los antecedentes dan cuenta de que se trata de una afección que debe estar mucho más presente entre la comunidad.
Es fundamental que las personas se informen respecto a este mal, con el objetivo de tomar medidas preventivas, estar atentas para un diagnóstico oportuno y acceder así a una atención que puede salvar vidas y evitar las secuelas que dejan estos accidentes. Esta información incluye el derribar mitos, además de entender los orígenes y conductas saludables que pueden ayudar a evitar un ataque cerebrovascular.
Se debe entender, por ejemplo, que el ACV se puede prevenir, se puede tratar en urgencias, es un mal que no sólo puede afectar a adultos o adultos mayores y que en la medida que haya una adecuada y oportuna detección, puede tener una buena recuperación. Y a pesar que no tiene una relación directa con los males cardiacos, existen acciones y conductas saludables que pueden prevenir enfermedades para ambos casos.
Es vital controlar la presión arterial, el colesterol, la glicemia. También el cambiar o dejar hábitos, como el fumar, además de abandonar el sedentarismo, como primeras acciones. La alimentación sana también juega un rol fundamental. Estos accidentes tienen enormes costos que van desde lo personal a lo económico. El sistema sanitario debe disponer de los recursos necesarios para poder tratar y recuperar a quienes sufren de estos eventos, que por lo general, pueden dejar largas y hasta irreparables secuelas.
Y es por eso que también se habla de costos personales y familiares profundos. De ahí la importancia que tienen recordatorios como éste, para realizar mientras se pueda las acciones necesarias para no tener que lamentar un ACV.
"Los ACV son eventos catastróficos para las personas y las familias, y de ahí la importancia de actuar para prevenirlos".