Restaurantes se reactivan con toque de queda a medianoche
Mayor afluencia de clientes en las noches los lleva a un repunte económico, después de meses difíciles.
Con el retraso en el horario del toque de queda, los restaurantes han visto un mayor movimiento de clientela, que poco a poco va reactivando la actividad gastronómica que, en algunos casos, estuvo suspendida por más de un año.
Miguel Salinas, dueño del restaurante Hitos, señaló que luego de meses de restricciones por la pandemia, las personas se han manifestado ansiosas por salir y disfrutar en los locales, sobre todo, de noche.
"Pensamos que la reactivación sería más lenta, pero hemos tenido muy buena recepción de la gente y han aceptado las medidas sanitarias en su mayoría",dijo.
Después de más de un año cerrados, ya que no realizaron delivery, Salinas mencionó que la actual tarea es levantarse, cautivando a clientes antiguos y nuevos. "Fuimos uno de los rubros más golpeados, así que estamos con todas las ganas de continuar con esta reactivación, y en ese sentido, la gente nos apoya con su preferencia".
Una opinión similar tuvo María Cristina Núñez, representante legal del restaurante Coya. "Nos ha ido muy bien y poco a poco conseguimos reactivarnos. Hay mayor flujo de comensales, sobre todo en las noches. Además, contamos con todas las medidas exigidas".
Destacó que el exhibir el pase de movilidad es obligatorio para ingresar al recinto y que, lamentablemente, quien no lo posea, no puede consumir. "Es por la seguridad de todos", manifestó.
Fiscalizados
La administradora de Coya mencionó que equipos de la Seremi de Salud constantemente están supervisando las instalaciones, comprobando que las normas sanitarias se cumplan. "Hay bastante supervisión y está bien, proque así nos cuidamos todos, pero me pregunto si este nivel de fiscalización se dará también en otros locales más pequeños o informales. Hacemos inversiones y tratamos de cumplir al máximo, pero sentimos que es injusto, porque otros negocios no tienen la misma fiscalización".
Por su parte, Mónica González, de Vinilos Restobar, comentó que "a cada hora nos fiscalizan y es demasiado. Hay clientes que se molestan, porque ya tienen un control al ingresar, por lo que sentimos que hay cierto hostigamiento".
La mujer aseguró que poco a poco también se reactivan, luego de que funcionaran en los momentos más críticos de la pandemia, con la venta de colaciones y sushi.