Editorial
Ejemplos que inspiran
Seis medallas marcaron la actuación de la delegación chilena que participó en los Juegos Paralímpicos de Tokio, que se desarrollaron con posterioridad a los juegos olímpicos, también en Japón. Como se ha comentado, este fue el equipo más numeroso que ha enviado Chile a competencia de este tipo, esfuerzo que se ha coronado con éxitos en cuando a participación y a resultados.
Se trata también de participaciones que deben de llenar de alegría y de orgullo a todos los aficionados del deporte en el país, especialmente después de que en otras disciplinas, como ha sido en el fútbol, los buenos resultados han sido esquivos.
Cifras como a las seis medallas y los 19 participantes nacionales en estos juegos son mucho más que eso. El desarrollo de las competencias permitieron ir conociendo historias y personas detrás de cada uno de los resultados y de cada participación, historias de esfuerzo, de superación, de convicciones y sobretodo de esperanza.
En lo deportivo, se debe reconocer el gran trabajo realizado por el nadador Alberto Abarza, quien ganó tres medallas, una de oro en los 100 metros espalda, plata en los 200 metros libre y otra plata en los 50 metros espalda.
Junto a él, también brillaron la especialista en el lanzamiento de la bala, Francisca Mardones, quien no sólo se quedó con la medalla de oro, sino que también el récord mundial; Mariana Zúñiga, quien se llevó la medalla de plata en el tiro con arco y finalmente, Katherine Wollermann quien logró la presea de bronce en el canotaje.
Son resultados que llenan de satisfacción a sus artífices, pero también son una muestra del triunfo de la voluntad y el empeño, del trabajo y de la fe, y de todas las cualidades que han demostrado estos deportistas, no son los que les ha logrado medallas.
Pero estos logros deben alentar a nuestra sociedad también a reflejarse en estos deportistas, especialmente manifestando empatía, inclusión y entendiendo que las capacidades diferentes no doblegan a las personas ni las distancian, cuando existe el apoyo necesario y por supuesto, bien merecido.
"La actuación chilena en los Juegos Paralímpicos de Tokio es digna de destacar".