"Nuestras fronteras son zonas vivas desde lo comercial y lo turístico"
La autoridad sostuvo, a través de un contacto virtual, la primera reunión con su homólogo de la Región de Tacna, Juan Tonconi. Planteó la necesidad revalorizar el concepto de frontera y fijó una agenda de trabajo con la vecina ciudad.
"Comentarle que aquí, en Arica, se sigue consumiendo mucho la leche Gloria y la mayonesa Alacena", le dice el gobernador de Arica y Parinacota, Jorge Díaz Ibarra, a su homólogo de Tacna, Juan Tonconi Quispe, en medio de una primera reunión virtual de acercamiento entre las partes. La observación que hace Díaz no es casual, sino que busca demostrar con un ejemplo claro que la actividad comercial entre ambas regiones no se ha detenido, pese a las restricciones al turismo impuestas por la pandemia de covid-19.
Para el abogado chileno Arica y Tacna deben avanzar en una agenda común de inversión pública y en una redefinición de su zona fronteriza como un espacio de desarrollo más que una división internacional.
Una nueva frontera
-¿Qué le pareció este primer contacto?
-Bien. Fue un encuentro protocolar, donde recibí las felicitaciones por la asunción del cargo por parte del gobernador regional de Tacna. Y además un muy buen momento para dialogar respecto de temas comunes, evidentemente que dentro de la esfera de nuestras competencias y atribuciones. Además, analizamos una situación que, me parece, vale la pena revisar respecto del ferrocarril Arica-Tacna: La manera cómo el Estado peruano va a invertir en el proceso de reactivación e impulso a ese medio de transporte.
-¿Por qué es importante que Perú invierta en el ferrocarril?
-Porque puede transformarse en un muy buen mecanismo para descongestionar el paso fronterizo Chacalluta y fortalecer el tránsito de carga. Es una vía que hoy poco se usa, que tiene poca frecuencia, poca capacidad y que puede transformarse en un modelo muy importante de unión. Recordemos que Europa está conectada con trenes eléctricos, que en muy poco tiempo se trasladan de un país a otro. Aquí podría darse perfectamente esa característica.
-Usted le planteó la construcción de una agenda común. ¿Qué es y qué aspectos debe abordar?
-Una agenda de trabajo, una agenda integrada de inversión, que nos permita avanzar en distintos temas y que evidentemente va a fortalecer la relación entre Arica y Tacna. Una de las primeras cosas que hay que abordar es cómo las ciudades hacen intercambios económicos, cómo se simplifican aún más los trámites para entrar y salir de país. Y cómo parte de los servicios que tiene la región, tributan también a Perú. Me refiero al puerto, a cómo modernizar el ferrocarril Arica-Tacna y a distintos factores para que la vinculación con ambas ciudades mejore.
-¿Cómo se puede renovar el concepto de frontera?
-Históricamente se ha visto la frontera como un límite. Y lo que deberíamos desarrollar son nuestras fronteras. Porque cada vez que terminan los planes estacionarios que un gobierno de turno le entrega a la región (Puerto Libre, leyes Arica 1 y 2, Arica Región y Pedze, entre otros), Arica nuevamente vuelve a tener problemas graves de empleabilidad y cesantía. Porque estas medidas no son eternas. Por eso es muy necesario que busquemos autonomía económica, productiva y desarrollemos Arica con sus fronteras. Darle ese carácter de región transfronteriza donde existan "zonas fronterizas" más que una frontera que siempre se ve como un límite. La zona fronteriza es más bien un lugar donde se pueden intercambiar distintos factores de comercio para un desarrollo armónico.
-¿Arica y Tacna tienen lo necesario para enfrentar esta tarea en tiempos normales?
-Nuestras fronteras son altamente transitadas, son zonas vivas desde lo comercial y lo turístico. La frontera el año 2019 tuvo casi 7 millones de cruces de personas. Es como si todo Santiago hubiese pasado por ahí. Sin embargo, nada quedó en la región. No se vivió un momento específico que marcara un antes y un después. Por lo mismo, transformar a la región en una zona turística, comercial y económica, a través de estos espacios de zona fronteriza, tiene que ser un tema que se aborde, no solamente desde lo nacional, sino que también en conjunto con la Región de Tacna, para que ambos países prioricen esta zona fronteriza para el desarrollo de la misma.
-Se ha visto al gobernador de Tacna muy interesado en una pronta apertura de la frontera con Chile ¿Le planteó este tema a usted?
Sí, planteó su preocupación para que la frontera se aperturara lo antes posible. Yo le manifesté que esa no es una competencia que tuviéramos como Gobierno Regional. Sin perjuicio de que yo entendía con mucha claridad que lo que estaba cerrado era la frontera para el paso de turistas. No así desde el aspecto comercial, porque la frontera ha seguido activa durante todo este periodo de pandemia. La activación de aspectos turísticos corresponde más bien a una decisión del Gobierno, del Ministerio de Salud y otros actores importantes. No es una esfera de mi decisión y se lo dejé bastante claro para que no se crearan expectativas distintas.
-¿Se puede sacar alguna conclusión de todos estos meses que ha estado cerrada la frontera Arica-Tacna para la actividad turística?
-Hemos visto cómo el cierre de las fronteras ha influido positivamente en las actividades comerciales de Arica. Reactivamos la economía local con el consumo en nuestras ferias, en nuestros espacios económicos, comerciales. Por lo tanto, nos ha dejado también esa enseñanza: cómo distintos rubros, distintas áreas vinculadas a salud, al comercio y a otras más, se han visto reactivadas cuando el gasto de los ariqueños se produce en la misma región y no en el hacer turismo en el extranjero.
-¿Vienen otras reuniones?
-Por supuesto, una agenda completa. Vamos a ir avanzando en temas comunes que permitan mejorar las condiciones de vida, tanto de los habitantes de Arica y Parinacota como de la Región de Tacna.
¿Dentro de esa agenda completa, cuál será su prioridad?
Principalmente a transformar la Región de Arica y Parinacota en una zona fronteriza que pueda repensar su vocación económica y productiva, en cómo la región se desarrolla con las fronteras. Eso tiene atisbos comerciales, logísticos, de transporte y todas las áreas que sean necesarias para que la Región de Arica y Parinacota pueda crecer con sus fronteras.
"La frontera el año 2019 tuvo casi 7 millones de cruces de personas. Es como si todo Santiago hubiese pasado por ahí. Sin embargo, nada quedó en la región. No se vivió un momento específico que marcara un antes y un después".