Leo Riquelme

Las quejas por ruidos molestos y unas tres denuncias anteriores tenían a la Sección de Investigación Policial (SIP) de Carabineros en alerta sobre lo que sucedía en un local de calle Dardignac 64, en Recoleta, en el bohemio Barrio Bellavista.

Los funcionarios llegaron al bar restaurant y corroboraron que se cobraba para ingresar. Adentro habían al menos 52 personas, que resultaron detenidas por infringir el código sanitario. Carabineros informó que ya habían detectado que en dicho local se subían fotografías y videos a las redes sociales presuntamente para promocionar fiestas, algo que está prohibido debido a la pandemia del coronavirus.

"Estamos sumamente preocupados de lo que está sucediendo, así que vamos a seguir fiscalizando dichas fiestas clandestinas para darle tranquilidad a la comunidad", afirmó el jefe (s) de la sexta comisaría de Recoleta, capitán Cristian Poblete Peña.

Durante la noche también fue detectada otra fiesta en La Granja, donde fueron detenidas 19 personas y decomisadas 17 plantas de marihuana, alcohol y equipos de sonido.

Carabineros informó ayer que durante la jornada anterior detuvo a 1.566 personas, de las cuales 249 cayeron en operativos en la Región Metropolitana y 1.327 en las restantes regiones. De ellas, más de 80 fueron apresadas por participar en encuentros sociales en la noche.

Las fiestas ilegales han causado estragos en varias comunas. Al brote asociado a los festejos de Año Nuevo en Zapallar de las últimas semanas, ahora se supo que hay 14 contagiados de covid-19 en la localidad de Toconao por participar en un evento similar.

Ante el crecimiento de los casos en ese sector de la Región de Antofagasta, el municipio de San Pedro de Atacama solicitó que bajen a la comuna de Fase 3 a Fase 2, lo que implica una cuarentena durante los fines de semana para así reducir la alta movilidad que registran en estos días a causa del turismo.

"Yo quiero hacer un gran llamado a las personas, sobre todo a los más jóvenes, para que sean más responsables y que piensen en sus padres, en sus abuelitos", dijo el alcalde Aliro Catur, según consignó Emol. El jefe comunal requirió el envío de más fiscalizadores y personal para realizar trazabilidad.

Según ese mismo medio, la seremi de Salud, Rossana Díaz, reconoció que la situación pandémica está complicada en San Pedro de Atacama y en Calama, pero agregó que más que el envío de refuerzos hay que "prevenir y convencer a estas personas que lo que están haciendo le hace daño a los demás, porque esos jóvenes que estuvieron en esas fiestas lo más probable es que no se van a morir, en cambio los adultos mayores de su alrededor sí".

Molestia de la moneda

Enero ha sido el mes con más fiestas clandestinas desde que comenzó la pandemia en Chile, hace once meses.

Ayer el Gobierno criticó nuevamente a quienes participen y organicen este tipo de eventos.

"Una vida no vale una fiesta", dijo el vocero Jaime Bellolio, quien agregó que era "imposible" tener un fiscalizador en cada casa, por lo que apeló a la conciencia de las personas.

"Aquellos indolentes, egoístas, que sólo piensan en sí mismos, que no piensan en la comunidad, en aquellos que pueden enfermar hasta la muerte, significan un grave problema para la salud pública. De allí que las sanciones son muy duras", añadió.

Las penas por participar y organizar en eventos de este tipo fluctúan entre los 2,5 y los 50 millones de pesos e incluyan cárcel.

El ministro del Interior, Rodrigo Delgado, defendió la fiscalización que se ha hecho de las fiestas y recordó que se sabe de ellas justamente porque han sido detectadas.

El jefe de gabinete agregó que las pesquisas se están reforzando con la inclusión de los municipios y sus equipos de seguridad ciudadana.

"Tal vez haya algunos que piensan que porque están llegando vacunas a Chile se acabó el virus y por eso, bueno, vámonos de fiesta... yo les quiero decir a ese grupo de personas que están incentivando este tipo de fiestas, que organizan, que asisten, que están muy equivocados: el virus sigue presente y la vacuna lo que hace es lograr inmunización en un tiempo determinado, pero eso no significa que estamos libres de contraer el virus y no estamos contagiando a nuestros seres queridos", agregó el ministro Delgado en La Moneda.

"Aquellos egoístas, que no piensan en la comunidad, son un grave problema para la salud pública.

Jaime Bellolio, Vocero de Gobierno