Pensando en las energías renovables

El ministerio de bienes nacionales anunció hace algunos días el inicio de la licitación de terreno fiscales para proyectos de energía sustentable. El objetivo de este proceso y garantizar la igualdad de acceso a la propiedad fiscal para todos quienes estén interesados en invertir en el área. La recepción de todas las ofertas se abre el 13 de enero del año 2021.

Nuestra región, Arica y Parinacota, se caracteriza por ser una de las zonas del país con mayor radiación solar, lo que la convierte en uno de los puntos más atractivos para inversiones energéticas de ese orden.

En el caso de nuestra región, se trata de terrenos que están emplazados en Pampa Dos Cruces, con cercanía relativa a la Subestación Eléctrica Parinacota. Son 90 hectáreas de terrenos en tres lotes con potencial para el desarrollo de proyectos solares fotovoltaicos, para el modelo de negocios de Pequeños Medios de Generación Distribuida (PMGD), informó Bienes Nacionales.

Otros inmuebles con interés energético son los que se ubican en el sector Saucache hacia la ladera norte del Valle de Azapa, son 68 hectáreas de terrenos en tres lotes. Se accede a ellos a través de la ruta A-191, conectándose por camino de tierra. Asimismo, se ofertan 25 hectáreas de terrenos en Pampa Concordia, con potencial para el desarrollo de proyectos solares fotovoltaicos.

Este plan de licitaciones de inmuebles fiscales tiene como objetivo disponer de territorio fiscal para el desarrollo sostenible y promover la inversión privada en proyectos de tipo inmobiliario de equipamiento productivos y de energías renovables. En la actualidad Bienes Nacionales administra como patrimonio fiscal el 59,65 % del territorio total de la Región de Arica y Parinacota. Esto es equivalente a una superficie regional 1.006.452 total hectáreas.

Chile tiene un enorme desafío en términos energéticos. Luego de las propuestas de adelantamiento en los plazos para eliminar la generación termoeléctrica, es indispensable que también nuestro país sea capaz de cubrir una demanda energética en constante crecimiento. Asumir ese desafío ahora es clave, como también aprovechar las condiciones naturales que posee el norte.

"El Ministerio de Bienes Nacionales licita terrenos para inversiones que vayan en esta dirección".

20 años de la reforma

Hace pocos días se cumplieron 20 años desde que la Reforma Procesal Penal llegó a cambiar para siempre el sistema y los principios del sistema chileno de investigación y juzgamiento penal. Significó un cambio paradigmático que nos instaló como un modelo a seguir para el resto de los países de la región, que en el correr de los años han ido reemplazando también sus sistemas procesales por otros de carácter acusatorio.

Lamentablemente, estas dos décadas que tan auspiciosamente partieron, han ido conociendo de más sombras que de luces. Un sistema modelo, que se erigía como un ejemplo de respeto al debido proceso y a los derechos humanos, ha ido paulatinamente desvirtuándose, convirtiéndose el código procesal penal en nuestro cuerpo legal más reformado, en un cortísimo espacio de tiempo, y siempre en perjuicio de los derechos de los justiciables. Sucesivas reformas, contrarreformas, agendas cortas, todas realizadas sin la mínima rigurosidad, siempre desoyendo las voces de académicos y expertos, y sólo llevados por el populismo penal, nos han llevado a situaciones paradójicas considerando la razón de ser y los principios que inspiraron al sistema. El endurecimiento de la legislación sobre prisión preventiva es un buen ejemplo de esto. Se buscaba evitar el vicio común del antiguo sistema de que la mayoría de los presos en las cárceles lo estuvieran preventivamente durante los años de investigación, y fueran pocos los condenados. Sin embargo, la rigidización de las normas, el establecimiento de criterios peligrosistas de dudosa constitucionalidad, y la limitación de las facultades de los jueces han llevado a un uso intensivo de esta medida cautelar, existiendo delitos en que se aplica en forma casi automática, y al aumento explosivo de presos preventivos, y de casos de inocentes que pasaron largos períodos privados de libertad, o que incluso siendo condenados lo son a penas no privativas.

Una nueva mirada se hace necesaria para recuperar el camino que alguna vez estuvo claro, pero en el que parecemos habernos extraviado.

"Lamentablemente, estas dos décadas que tan auspiciosamente partieron, han ido conociendo de más sombras que de luces".

Claudio Gálvez, Defensor regional

Escena que se repite

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Ojo con la basura

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