Aniversario con tareas pendientes
Estimado Director, sin lugar a dudas, el año 2020 será para nuestra región, el país y el mundo, un año que no olvidaremos tan fácilmente, un año de grandes cambios, de marcas profundas y de mucha reflexión.
Hoy, 8 de octubre, todos los Ariqueños y Parinacotenses, deberíamos celebrar con orgullo un nuevo aniversario regional, hito que en 2007 marcó en la línea del tiempo un acontecimiento de grandes expectativas, por la ilusión de convertimos en una región independiente, autónoma y supuestamente dueña de nuestro propio destino. Lamentablemente, hoy muchos no celebraremos y no porque la pandemia y los contagios no aflojen, sino porque, simplemente, no hay nada sustancial que celebrar.
Es inaceptable observar que, después de más de una década, en la que todos (transversalmente: autoridades, lideres políticos y comunidad organizada) comprometimos nuevos sueños para el bienestar regional, aún no hayamos logrado encontrar el camino correcto para avanzar hacia el desarrollo estructural; menos ponernos de acuerdo como región para focalizar un trabajo, planificado, coordinado y competente para sacar adelante esta maravillosa tierra, de múltiples potencialidades naturales, con su vocación productiva largamente definida y con instrumentos vigentes para la inversión.
Los resultados y los indicadores regionales están a la vista, pese al inorgánico avance alcanzado, esta situación nos deben hacer meditar y mirar los nuevos tiempos con optimismo, para volver a confiar en el poder de los cambios.
Eduardo Flores Veas