El ballet de Marcela Ramos se reinventa y comparte en "Danza Hoy"
Estudiantes agradecen seguir en clases online y celebraron el aniversario 22 desde sus casas.
La danza al igual que el resto de las áreas del arte se ha visto afectada por la pandemia del Covid-19. La escuela de ballet Marcela Ramos estuvo dos meses cerrada y tras ese periodo tal cual ave fénix, se levantó, reiventó y comenzó a adaptarse a las nuevas condiciones de comunicación.
Ese resurgimiento fue visto con buenos ojos por la fundación Teatro a Mil, que replicó su metodología con otras organizaciones dedicadas a la danza.
Danza hoy
Hasta el 20 de marzo estuvieron con clases presenciales, desde entonces y hasta el mes de mayo, no realizaron ningún tipo de clases por cierta resistencia al trabajo remoto en la danza.
"En la danza uno tiene que aprender a sentir y eso tiene que ir de la mano de un profesor que te va indicando cual es la posición más correcta, ahí en el momento. Lo veía muy complicado y reconozco haberme negado a esa posibilidad".
Sin embargo con la pandemia, Marcela Ramos decidió cambiar su visión y ser más flexible, sobretodo después de la muerte de su hermano en el mes de abril.
Cuando comenzó a implementar su nueva metodología remota, la fundación Teatro Mil la contactó a través de la línea "Danza hoy".
"Escogieron a cuatro personas en el país, donde su metodología estuviera surtiendo efecto y nos pidieron que la compartiéramos con otras personas a quienes les ha costado trabajar así".
Del 19 al 30 de agosto participaron en conversatorios online.
Danza juego
La metodología consistía en hacer clases temáticas, haciendo de la danza un juego.
"Al final se volvió un bálsamo para los niños que están encerrados. Partimos con acondicionamiento unos días, Con la compañía era difícil crear y comenzamos con la técnica de progress ballet".
Con la compañía ahora están realizando videodanza y participaran en el festival Bestias Danzantes.
Aniversario
El sábado pasado celebraron el aniversario, en presentaciones online con 12 estudiantes por curso, que es como subdividió la escuela en esta nueva modalidad.
Las familias realizaron un teatro en sus propios hogares y las estudiantes crearon sus propios afiches para motivarse en sus casas.
"Las niñas crearon su discurso, sobre qué es la danza para ellas, les puse música de fondo, pareciera que fuera un solo discurso".
"Había que seguir manteniendo lo que un día soñé, era algo que había que resolver y salir adelante"
Marcela Ramos, bailarina y maestra