Picaflor de Arica y chañar: dos especies endémicas que tratan de resurgir en Chaca
Ambos, amenazados por el hombre, sobreviven y se fortalecen mutuamente en este valle, brindando el árbol nativo alimentación y nido a la pequeña ave, mientras que esta lo limpia de insectos y plagas.
Redacción - La Estrella
El chañar no es un árbol muy popular, incluso muchas personas lo detestan. Sin embargo, para especies como el picaflor de Arica, este árbol les otorga una fuente importante de alimentación. Algo así como una lluvia en el desierto.
Imágenes recientes logradas en el Monumento Natural Picaflor de Arica, dan cuenta de cómo esta especie nativa es una de las primeras en anunciar la primavera, ya que florece desde fines de agosto hasta todo diciembre.
Las fotos y videos logrados en el lugar -del picaflor en vuelo o libando las llamativas flores amarillas- muestran también la relación virtuosa entre chañar y picaflor, ya que uno provee el néctar de sus flores, en tanto el ave las poliniza.
Florecimiento y vida
La especie Geoffroea decorticans (chañar) es una de las especies nativas que figuran en el Decreto Supremo 68 que lista y protege la flora nativa nacional. Su florecimiento se da entre septiembre y diciembre, pero en el Monumento Natural Picaflor de Arica, del valle de Chaca, ya han comenzado a mostrar sus copas cubiertas del intenso amarillo de sus flores y, lo mejor del caso, es que durante sus labores, el guardaparques Joel Mery pudo captar videos del picaflor de Arica en pleno vuelo, así como tomas procurándose su alimento de este árbol altamente resistente tanto a las heladas como a los calores intensos.
Mery explicó que "el picaflor de Arica necesita flores pequeñas para libar néctar, por el tamaño reducido de su pico. Por eso este entorno le resulta propicio además para anidar y ojalá multiplicarse, pues es también su época reproductiva".
La dupla picaflor (Eulidia yarrellii) y chañar, se favorece asimismo porque en este tipo de flores la pequeña avecita, que mide 5 a 7 cm, encuentra arácnidos e insectos como coleópteros, mosquitos y larvas.
Mery detalla que el chañar puede crecer en grupos, pero también solo y en tales casos puede alcanzar entre tres y diez metros de altura.
La tradición nortina dice que el chañar no sólo ofrece beneficios al picaflor de Arica, ya que sus frutos han sido usados para la preparación de arrope y de chicha. Además tiene usos medicinales para la tos, el dolor de garganta y como expectorante.
Y si el picaflor de Arica tiene amenazas significativas para su supervivencia y por ello está en peligro crítico de extinción, con los chañares ha ocurrido que se producen incendios intencionales para eliminarlos, al considerarlos una maleza.
Frente a esto Joel Mery indica que "darle un espacio al chañar, aunque sea de a uno, o a otras especies propicias como el yaro, el algodón o la visavisa, por voluntad propia y práctica amigable con el medioambiente, es contribuir a crear corredores de vegetación, que se pueden distribuir por todos los valles costeros de la región".
Picaflor en "peligro crítico"
Debido a la destrucción de su hábitat en valles costeros más cercanos a Arica, a consecuencia de las prácticas agrícolas poco sustentables, esta especie se ha visto forzada a través de los años a migrar en busca de mejores condiciones para subsistir.
Así, el picaflor de Arica convirtió el valle de Chaca en uno de sus principales hábitats lejos de las amenazas que hoy lo mantienen en peligro crítico de extinción con una población estimada en poco más de 300 individuos de acuerdo al último censo poblacional realizado por AvesChile (Unión de Ornitólogos de Chile) en 2017.
El monumento natural inserto en este valle, forma parte del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE), que administra y gestiona CONAF, tiene una extensión de 10,8 hectáreas, y en el existe el ecosistema denominado bosque espinoso tropical interior de Geoffroea decorticans y Propsopis alba, donde el picaflor de Arica (Eulidia yarrellii), puede vivir y reproducirse.
La iniciativa, presentada por el Ministerio de Agricultura a través de la Corporación Nacional Forestal (CONAF), significa un aporte para el resguardo del patrimonio natural del país, en especial de la zona norte, donde habita esta ave, considerada una de las más pequeña del mundo.
"Necesitamos proteger y restaurar el hábitat de esta ave, y por ello se eligió este sector en Chaca, en la comuna de Arica, donde están las especies florísticas necesarias para su sobrevivencia y nuestro fundamento fue la Convención de la Flora, la Fauna y las Bellezas Escénicas Naturales de América, ratificada como Ley de la República en 1967", indicó el gerente de Áreas Silvestres Protegidas de Conaf, Richard Torres.
Actualmente, si se agregara un uso responsable con los pesticidas o su disminución al máximo, quizá podrían aumentar las esperanzas para el retorno del picaflor de Arica a aquellos lugares donde alguna vez fue abundante. Por ahora disfrutamos de las reciente imágenes capturadas en el valle de Chaca.
"darle un espacio al chañar, aunque sea de a uno... es contribuir a crear corredores de vegetación que se pueden distribuir por todos los valles de la región ".
Joel Mery, guardaparques Monumento Nacional del Picaflor de Arica.