"Nadie merece morir en el desierto"
Motocilcistas ariqueños cuentan los detalles del rescate de un grupo de niños y adultos perdidos en la frontera.
Mientras recorrían la inmensidad de la pampa, un grupo de motociclistas jamás se imaginaron el desolador panorama con el cual se encontrarían, al ver a adultos y niños perdidos desde hace días en la frontera, hecho que llevó a estos deportistas a efectuar un heroico e inédito rescate que terminó por salvarle la vida a alrededor de 18 migrantes.
Todo ocurrió el pasado domingo 13 de septiembre, cuando un grupo de motociclistas realizaban un circuito que bordeaba la frontera, con intenciones de dirigirse a la estación de tren "Central" hasta llegar al Valle de Lluta.
Sin embargo, su trayecto se vio interrumpido tras ver a un grupo de personas en medio de territorio fronterizo, migrantes que llevaban días deambulando junto a menores e incluso lactantes.
"El lugar era demasiado extremo, no iban a llegar, era imposible, y mirando sus labios partidos ya notaba que llevaban varios días caminando, de hecho estaban desorientados y ya estaban entregados al desierto, no podían caminar más, estaban descalzos, acostados , sin ánimos de nada", relató Bastián Moreno, motociclista involucrado en el rescate.
Tres grupos perdidos
Tras auxiliar a los primeros migrantes que hallaron, éstos les informaron a los motociclistas que no eran los únicos perdidos.
"El primer grupo que encontramos nos indicó que había otro grupo más al interior de la pampa, y luego un tercero, el cual fue más difícil, habían caído en una quebrada angosta encontrándose entre arena y piedras", explicó Bastián Moreno, destacando que esta peligrosa zanja tenía una profundidad de alrededor mil metros, y cuya parte más angosta medía casi un metro de ancho.
A pesar de que era arriesgado bajar con sus motocicletas, afirman que no lo pensaron dos veces para ir en ayuda de estas personas, porque la necesidad de auxiliarlos era más grande.
"Decidí decirle a todos los compañeros que subieran a una persona a una moto, como éramos varios, llevábamos de a dos personas cuando había niños", así lo manifestó Fuad Garrido, motociclista que también rescató a las personas.
Así, tras dar con los migrantes, "agua" fue una de las primeras palabras que pronunciaron a los motociclistas, además de manifestarles su gratitud.
Mientras les brindaban el agua y el alimento que tenían a los adultos y niños extranjeros, éstos les manifestaron que llevaban casi tres días en plena pampa, y que su última lata de atún se había terminado el día anterior.
Con el apoyo de personal del Ejército, finalmente se logró retirar a los migrantes de la pampa, evitando así una tragedia.
"Ya estaban entregados al desierto, no podían caminar más, estaban descalzos".
Bastián Moreno, motociclista.