J.R.P.

Personal de Carabineros detuvo a siete personas que estaban al interior de una casa que funcionaba como prostíbulo en Puente Alto.

En la vivienda se descubrieron varias habitaciones, separadas por una mampara, que estaban habilitadas para el comercio sexual en medio de las múltiples restricciones sanitarias vigentes por el coronavirus.

El hecho, que fue denunciado por los vecinos de forma anónima, permitió que la policía llegara al lugar en el cual se presumía el ejercicio del comercio sexual.

El capitán Mauricio Rodríguez, de la Prefectura Santiago Cordillera, sostuvo que cuando Carabineros llegó hasta la casa en Puente Alto, "se entrevistó con el dueño de casa, el cual invitó a la policía a ingresar al domicilio, y un funcionario se pudo percatar que cruzando una mampara había unas habitaciones habilitadas para tal efecto".

Del total de detenciones, tres corresponden a trabajadoras sexuales, además de dos hombres -presuntos clientes-, el dueño del recinto y una mujer más.

Además, se encontró casi $1 millón y juguetes sexuales. El dueño de casa quedó con arresto domiciliario nocturno luego de ser formalizado por delito a la salud pública. También se inició un sumario sanitario.

Fiestas ilegales

En un nuevo balance entregado por Carabineros, el director nacional de Orden y Seguridad, general Ricardo Yáñez, explicó que al inicio de la pandemia las infracciones se cometían en torno a romper la cuarentena y circular sin permiso, pero con el inicio del desconfinamiento en algunas comunas los focos de contagio se han ampliado a las reuniones clandestinas.

Se han detectado 102 eventos no autorizados a la fecha, de los cuales un 30% se desarrollaron en toque de queda, con más de 2 mil personas. En dichas actividades se detuvieron a 592 personas, de las cuales 457 corresponden a fiestas ilegales.