Arica y Parinacota y la cuenta presidencial
Con especial atención escuchamos la cuenta pública entregada por el Presidente Piñera pues, si bien no había grandes expectativas dada la debilidad de un programa de gobierno que se desvaneció en el tiempo y se invisibilizó tras soluciones diametralmente opuestas a las demandas instaladas desde el histórico 18 de octubre y posterior pandemia, como ciudadanía era importante saber si los anuncios de la autoridad que está a cargo del país traerían algo de confianza y tranquilidad a la población.
Esta tercera cuenta presidencial nos deja más incertidumbres que certezas, especialmente a quienes vivimos en las zonas extremas de Chile.
En términos amplios, no hubo ni cuenta ni anuncios en materia de derechos humanos y justicia respecto de violaciones a los derechos fundamentales, considerando que sólo en el contexto del 18 de octubre la realidad da cuenta de violaciones sistemáticas a los derechos fundamentales, con muertes producto de la represión ejercida por las fuerzas especiales, lesiones o mutilaciones oculares, violencia política sexual, apremios ilegítimos que incluyen como víctimas a niños niñas y adolescentes, prisión para quienes se movilizaron, entre otras graves situaciones, sin ninguna autocrítica ni palabras para víctimas y familiares. En este sentido escuchamos a un presidente con la misma actitud soberbia que declaró la guerra a los millones de ciudadanos y ciudadanas que se movilizaron por demandas sociales, hablando de violencia y vandalismo, al mismo tiempo que otorga indultos a dos criminales de lesa humanidad.
No hubo anuncios de desarrollo económico sino más bien habló de recesión y estrategias para abordarla, dejando entrever el impulso a las concesiones que tanto daño le han hecho al país.
Sobre cultura y arte su cuenta no tuvo ningún pronunciamiento, nada se dijo respecto a la protección de artistas y cultores en el marco de esta pandemia, un sector que ha sido tremendamente afectado.
Para Arica y Parinacota, una región que requiere un tratamiento especial por su condición de zona extrema y por ser la que hoy registra la tasa más alta de positividad en relación a la cantidad de habitantes, y cuyas consecuencias se reflejan en la crisis hospitalaria y el comienzo de traslados de pacientes a otras regiones, no hubo anuncios. Tampoco medidas de refuerzos para quienes hoy son primera línea regional, tampoco medidas con enfoque cultural para los pueblos originarios y tribales, sólo escuchamos hablar de un Paso a Paso que más bien nos resulta una realidad paralela lejana, e imposible por ahora.
Finalmente sobre anuncios de desarrollo para la región, sólo una incompleta referencia al Embalse de Chironta, proyecto posible sólo gracias a la creación del Plan Especial de Zonas Extremas, cuya construcción se realizó con participación ciudadana, y que tristemente vio culminar su vigencia en julio de este año. Es lamentable pues en esta realidad territorial no se conoce ninguna gestión que permita darle continuidad. El PEDZE le cambió la cara a la región, generó empleos, construyó y entregó muchas viviendas, absorbiendo un alto porcentaje de la carencia habitacional regional y dejó muchos proyectos concretados para la región, también muchos otros con las obras iniciadas o licitaciones listas para su ejecución. A 3 años de este gobierno los avances de esos proyectos lamentablemente han sido deficientes. Sólo como ejemplo, el edifico EX Aduana listo para su entrega a la comunidad, aún no podemos disfrutarlo. El PEDZE además cuenta con un Consejo Asesor, compuesto por la Sociedad Civil Organizada a quienes se les deba dar cuenta del término de la vigencia de esta importante política para conocer la opinión de este cuerpo colegiado que cumplió el rol de contralor social de este Plan. La Cuenta presidencial no contempló anuncios para la región, ni siquiera el tan bullado e inconsulto Plan Parinacota liderado por el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Carolina Videla Osorio
Trabajadora Social