Áumento en la violencia a la mujer: la "pandemia paralela" que no se ve De marzo a la fecha, las cifras de Violencia Intrafamiliar contra la mujer presentan preocupante alza en Arica. El estrés, la angustia y la frustración, sumado a un mayor consumo de drogas y alcohol han hecho que este tipo de conductas se multipliquen en esta época. Nuestra región presenta hoy casi el 20% de hechos de violencia del total nacional.
En Arica, el 75% de las denuncias que se hacen por violencia intrafamiliar (VIF) son de violencia contra la mujer. Por otro lado, casi el 20% de los hechos de violencia a nivel nacional desde marzo a la fecha, corresponden a la región, según datos entregados por la Dirección Regional de Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género (Sernameg).
La directora de la institución en Arica y Parinacota, Ángela Cereceda, llama "la pandemia paralela" al aumento que se ha registrado en actos de VIF desde que se iniciaron los confinamientos a causa del coronavirus. Tal como sucede en otras regiones del país, Arica no se queda atrás en esta triste realidad, presentando significativos aumentos en el número de casos.
"La violencia es un comportamiento aprendido y nuestro gran desafío es romper las estructuras sociales para que los procesos de socialización no sean orientados hacia la violencia de género", explicó.
LlAMADAS AL 1455
Por otro lado, en un 300% han aumentado las llamadas telefónicas al Fono 1455 del Sernameg, que permite a una mujer que se encuentre viviendo una situación de violencia por parte de su pareja o ex pareja, ponerse en contacto de forma prioritaria con asistencia y ayuda telefónica a través de un servicio de llamada de emergencia.
En el Centro de la Mujer, las atenciones en los meses de marzo, abril y mayo, se triplicaron y los profesionales reforzaron el trabajo con atenciones personalizadas, por contactos telefónicos o por videoconferencia.
"Nuestros equipos están funcionando con turnos presenciales y atenciones remotas, bajo estrictos protocolos para resguardar tanto a las usuarias como a los profesionales que las apoyan. Asimismo, en la Dirección Regional continuamos atendiendo a las mujeres que lleguen y también tienen la opción de atención vía remota", recalcó.
En la línea de violencia extrema, y realizando una comparación con el año 2019 a la fecha, se registra un femicidio consumado, al igual que en 2020. En el caso de los femicidios frustrados, el 2019 a esta fecha se registraron cuatro casos y en el 2020 ya van tres casos, una realidad angustiante para las mujeres de la región.
LA CASA AL 100%
Otro de los dispositivos con los que cuenta Sernameg es la Casa de Acogida, que brinda protección a mujeres junto a sus hijos que están en riesgo vital. Generalmente tiene una ocupación del 60%, pero desde marzo ha ido aumentando hasta llegar a un 100%.
Cereceda explicó que en este lugar, las mujeres reciben asesoría jurídica, psicológica y social. "Hacemos las gestiones, derivando a distintas instancias y ofreciéndoles la participación en los distintos programas que tiene Sernameg, para fortalecer la autonomía de la mujer".
Y este es un punto fundamental, considerando que, tal como lo comentó la directora regional, un alto porcentaje de las mujeres que sufren de VIF no tiene suficiente autonomía económica, por lo que en el servicio pueden participar de programas para emprender o de empleabilidad.
"No solo la acompañamos en el momento en que está complicada, sino también, en algo que a ella le pueda dar, en un mediano plazo, una pequeña autonomía", complementó.
Evelyn Saavedra es psicóloga de la Casa de Acogida Arica. Para la profesional, con la aparición y el aumento del confinamiento por el covid-19, los niveles de estrés, ansiedad, angustia, frustración y aburrimiento también se elevaron. Por otro lado, el aumento en el consumo de alcohol y drogas pone a las personas en sus relaciones interpersonales en una situación de estrés límite, lo que pone en riesgo no sólo la integridad propia, sino también, dificultad de buscar ayuda oportuna.
"Si bien no existe 'un perfil' de mujer maltratada o que es víctima de violencia, sí hay elementos que conllevan a esta dinámica, como por ejemplo, haber vivido una historia de infancia en un contexto disfuncional y de violencia, ya que no podemos olvidar que esta es una conducta aprendida".
Además, también comentó, que influyen factores como las dependencias que se adquieren , ya sea económica o emocional, la cual se va generando dentro de este círculo de violencia donde la autoestima y autonomía de la persona se ve totalmente deteriorada.
El riesgo categorizado
Gonzalo Valenzuela, jefe de la Unidad de Atención a Víctimas y Testigos de la Fiscalía Regional, mencionó que en los últimos años, los delitos de VIF abarcan la mayor cantidad de casos a nivel local. Esto quiere decir que hay más casos de VIF que de tráfico de drogas, por ejemplo.
Para el caso de una mujer que sufre maltrato, Valenzuela explicó que al hacer la denuncia, se les aplica una pauta unificada, la que establece niveles de riesgo de la víctima. Así, el resultado puede ser riesgo alto, riesgo medio o riesgo bajo. "Si el riesgo es bajo, no se informa al fiscal de turno, sino que se entrega el caso a la Fiscalía al día siguiente. Si el riesgo es alto, cualquiera de las policías tiene que llamar al fiscal de turno quien puede decretar las primeras medidas de protección", explicó.
Además, si el imputado fuese detenido en flagrancia, puede pasar a control de detención. "Uno de los aspectos relevantes es que a pesar de la pandemia, se dio directriz a los fiscales de que tenían que pasar a control de detención las causas de VIF riesgo alto y judicializarlas inmediatamente".
El jefe de la unidad señaló que cuando una mujer denuncia, generalmente es porque la situación de violencia no ocurre por primera vez, sino que hay que tomar medidas de manera inmediata. Ahí radica la importancia de la judicialización.
Valenzuela detalló que del 1 de abril al 30 de junio se subieron 64 pautas al sistema de Fiscalía que arrojaron un riesgo alto de las víctimas. Además de 168 pautas de riesgo medio y bajo, lo que sumó un total de 232 pautas en este periodo.
Estos números no consideran las denuncias online, por lo que las cifras pueden ser aún mayores.
"La pauta tiene preguntas diversas, como tipo de lesiones, si es que hubo amenazas, si es que la víctima tiene miedo o siente que el imputado podría tomar represalias, entre otras.
También se puede ver en el sistema si el imputado tiene antecedentes penales, si es que hay denuncias anteriores o problemas de alcohol o drogas".
Rompiendo el círculo
Para la psicóloga Evelyn Saavedra, sí, es posible que una mujer que sufre violencia pueda romper con este círculo, no obstante, para ello necesita apoyo y acompañamiento.
"Lo más frecuente en estos casos es el aislamiento en que queda la mujer y que es producido por la persona que ejerce la violencia, dejándola sin mayores redes de apoyo. La mujer es quien debe estar dispuesta al cambio", dijo.
En ese sentido, el Sernameg habilitó en su sitio web las inscripciones a los talleres del programa Prevención en Violencia contra las Mujeres, como también del programa Mujer Sexualidad y Maternidad, y en las próximas estarán habilitadas las postulaciones a los programas, Mujer Emprende, Mujer y Participación Política y Buenas Prácticas Laborales con Equidad de Género.
Por otro lado, se destacó el Centro de Reeducación de Hombres, en el que los agresores desaprenden conductas de violencia. "Hemos tenido una alta adhesión en el programa, atendiendo actualmente a 84 hombres".
"Un 40% de las parejas en las que se generó el quiebre, después vuelven a reencontrarse, esperamos que no bajo las mismas condiciones",sentenció la directora regional del servicio.
"A pesar de la pandemia, se dio directriz a los fiscales de que tenían que pasar a control de detención las causas de VIF riesgo alto y judicializarlas inmediatamente".
Gonzalo Valenzuela, jefe de la Unidad de Atención a Víctimas y Testigos.
"Lo más frecuente en estos casos es el aislamiento en el que queda la mujer, y que es producido por la persona que ejerce la violencia, dejándola sin mayores redes de apoyo".
Evelyn Saavedra, psicóloga de la Casa de Acogida Arica.