El difícil panorama que enfrentan salas cunas y jardines infantiles particulares
Sostenedores y directores piden apoyo al Gobierno para sacar adelante los espacios que actualmente figuran con menos del 10% de la matrícula total, producto de la crisis por el covid-19.
Desde octubre que las cosas no van bien para los ocho jardines infantiles y salas cunas particulares que existen en Arica. Ante el estallido social, tuvieron que lidiar con que un gran número de apoderados retirara a los pequeños , situación que se agudizó en marzo a causa de la pandemia por el covid-19.
De este modo, jardines que en meses mejores presentaban una matrícula de 70 niños, actualmente cuentan con seis párvulos cuyas familias pagan la mensualidad de manera proporcional, mientras los gastos por concepto de arriendo de local, pago a personal y cuentas relacionadas con el establecimiento (luz, agua, internet) continúan, pese a que los locales permanecen cerrados por mandato del Ministerio de Salud y de Educación.
La sostenedora del jardín infantil y sala cuna 'Mi segundo hogar', Brenda Bahamóndez, comentó que lo que realizan los establecimientos en esta época es enviar por Whatsapp las actividades a las familias para que puedan ejecutarlas en casa con los niños. Sin embargo, para el caso de las salas cunas la situación es distinta y muchos padres han decidido retirar a los pequeños. Además, la ley permite que las madres soliciten a sus empleadores el pago del bono asignado para el cuidado de los bebés en este tipo de espacios, lo que acrecienta la crisis.
"Con los niños más grandes se puede interactuar, pero ¿qué hacemos con los bebés? Desde el año pasado que ha habido una baja en la matrícula de los particulares y es que si miembros de la familia están en casa, entonces no está la necesidad, por así decirlo, de mandar a los más chicos al jardín", dijo.
Bahamóndez mencionó que gran parte de estos establecimientos se mantienen con el pago de las mensualidades en convenio con empresas privadas y servicios públicos, algunos que, a raíz de la pandemia, también han debido cancelar los contratos.
Campaña
Utilizando el hashtag #Mijardínpuededesaparecer, la sala cuna y jardín infantil 'Sol y Luna' ha buscado posicionarse a través de las redes sociales con un llamado a los padres y apoderados, pero también, al Gobierno.
"Desde marzo nuestras salas están vacías, en silencio, sin gritos, sin risas, sin juegos. La pandemia se apoderó de nuestro Chile", comienza el video que se ha viralizado y que muestra imágenes del jardín sin los niños que acostumbraban diariamente a asistir.
La sostenedora del establecimiento, Esmeralda Gallardo coincidió con que los problemas se iniciaron en octubre. Luego, en el verano e inicios de marzo hubo alta demanda de matrícula, hasta que llegó el coronavirus y con ello, la suspensión de actividades en todos los niveles, incluyendo los preescolares.
"Estuvimos funcionando hasta el 13 de marzo. Ahí nos organizamos para contactar a las mamás de manera muy rústica, no sabíamos de Zoom en ese momento y ya en abril teníamos la mitad de los niños, porque hubo varios padres que quedaron sin trabajo y los retiraron", detalló.
Desde entonces, han tratado de mantener la situación, que a ratos se hace tan compleja, que no se descarta que este tipo de jardines comiencen a cerrar sus puertas por la baja matrícula y porque no pueden continuar pagando a las profesionales y técnicos con las que trabajan.
Cifras
Los ocho jardines pagados de Arica atendían a 429 menores; mientras que el personal que trabajaba en estos ascendía a 97 personas. Un panorama que dista bastante del actual.
Por ejemplo, en 'El Principito', de una matrícula de 56 párvulos, hoy en día cinco se mantienen cancelando la mensualidad entre convenios y particulares. En 'Sol y Luna', de una matrícula de 38, seis se mantienenen cancelando de manera proporcional. El panorama se repite en 'Mi segundo hogar'; 'Bamby'; 'Cuncuna amarilla'; 'Los patitos"; 'Mateitos' y 'Antawara'.
Gallardo señaló que actualmente parte del personal está acogido a cesantía. Aún así, el retorno se vislumbra complejo, pues apoderados han asegurado que no enviarán a sus hijos hasta que la pandemia pase por completo o exista una vacuna contra el covid-19.
"Al momento de retornar la cantidad de niños será muy baja, quizás de un 10% y no podremos seguir trabajando con todas.Por otro lado, si despedimos tenemos que pagar indemnización y ¿con qué lo haremos si no tenemos ingresos?". Aseguró que que servicios públicos que tienen convenio con las salas cunas, no están pagando, pese a tener los fondos asignados. Lo mismo ocurre con el sector privado.
"Hay empresas que ofrecen un pago menor que contemple la contratación de una persona para que realice el cuidado de los niños en casa, perjudicando la labor de nuestros jardines", acotó.
¿a quién acudir?
El gremio se siente desamparado, sin soluciones y sin nadie a quién acudir para expresar sus inquietudes. Hace poco decidieron agruparse para aliarse al petitorio de organizaciones nacionales de jardines infantiles particulares, quienes han hecho llegar sus solicitudes a ministerios y subsecretarías en Santiago.
"La situación sanitaria originada por el covid-19, ha generado una crisis sin precedentes en nuestro sector, quedando totalmente desprotegidos en lo jurídico, laboral y económico. Esto viene a poner en riesgo la continuidad de nuestros establecimientos, al no contar con liquidez para continuar con la labor educativa", es parte de una carta que hicieron llegar a autoridades.
Para los sostenedores el apoyo pasa por conseguir soluciones en el corto plazo, pero también, medidas que se mantengan en el retorno a las aulas.
El principal es la generación de un subsidio que permita a los establecimientos mantenerse pese a la pandemia y evitar de este modo, que tengan que cerrar para siempre. Otras soluciones tienen que ver con la implementación de sanitizaciones y protocolos para el retorno a las salas.
"La entrega de apoyos económicos efectivos a través de Sercotec - Corfo, enfocado en nuestra área con un plazo de un año para empezar a pagarlos y la invitación a una mesa de trabajo para presentar nuestra realidad y experiencias como sostenedores y representantes de la educación inicial particular y subvencionada de Chile", son algunas de las soluciones que aparecen en la misiva y que urgen para encontrar asertivas soluciones a esta crisis, y así evitar que estos jardines puedan desaparecer.